En las negociaciones por el acuerdo entre Trump y el Gobierno Mexicano, el “Posadero de la Casa Blanca” jugó rudo como es usual en él, elevando la apuesta a cobrar un arancel del 5% a los productos mexicanos.
La lógica de Trump es abusiva: si el gobierno deja pasar a los centroamericanos, muy sencillo, le cobro impuesto a sus empresarios exportadores, así el gobierno de México hará todo lo que yo diga.
Mientras el Gobierno se sentía con el derecho de libre tránsito a los migrantes y a los cuales incluso se les había ofrecido un programa de trabajo a centroamericanos, la Casa Blanca vio esto como un atentado y para sacarle el aire de una optó por lo más sencillo: tuitear las amenazas.
Así Trump puso contra la pared al Gobierno de México, eso sí , hay que decirlo el equipo negociador con Marcelo Ebrard a la cabeza con el poco tiempo que tenían supo jugar con el poco margen que quedaba. El acuerdo no es para hacer fiestas o mítines como si se hubiese ganado la serie del caribe o la serie mundial, pero se ganó tiempo y en política siempre ganar tiempo es darse un respiro, aunque te lleven al paredón.
En el evento en Tijuana, mientras unos creían festejar y otros ganaban tiempo y otros nomás seguían el juego, ahí quedó demostrado una vez más que la oposición más férrea de MORENA esta dentro de ese movimiento.
La mente más lúcida del MORENISMO aunque ya en su octava década, ya con voz lejana, el viejo tribuno y líder camaral, el gran Porfirio Muñoz Ledo denunció el acuerdo a lo que dijo:
“Lo que es en mi criterio es inmoral e inaceptable es el doble rasero entre la frontera norte y al de sur, por una parte exigimos que nos abran las puertas y por el otro lado sellamos el paso de los centroamericanos para hacerle un favor a los Estados Unidos”.
No cabe duda que ante el festejo en Tijuana alguien llegó y dijo verdades y siempre se echa a perder una fiesta o un mitín si aparecen las verdades. No había nada que festejar y mientras Trump aduciendo que había acuerdo secreto como riéndose de los mexicanos y en las letras chiquitas exigiendo que México importe productos agrícolas de Estados Unidos.
Entonces el Gobierno de México tiene que poner en la balanza o queda bien los migrantes o queda bien con sus agricultores ¿Quién le aporta más? ¿El derecho de libre tránsito o el derecho a alimentar?
Por que hasta el momento pareciera que quieren usar a los agricultores como moneda de cambio y hacerse ver como un país libertario ¿Y sus productores? ¿Y cuando cosechen y no produzcan lo esperado? Pues obvio, el país va a importar de agricultores subsidiados como los de Estados Unidos, por que los de nuestro país cada vez se le retiran los subsidios y los apoyos.
A como vamos, México se va a volver como el Desierto por donde pasaban los que iban en busca de la tierra prometida, pero nos vamos a volver Desierto, también, por que al paso que vamos ya nadie va a querer sembrar.
