Llegaron las fechas donde los villancicos, las posadas, la fiesta y la algarabía deslumbran. El acto de cantar es único, imaginativo y personal. Este es nuestro punto de vista.
Aunque son tiempos de alegría, no debemos olvidar que siempre se incuba la maldad en algún agujero. Por eso ante la desgracia, hay que encontrar un método para hacerle frente. No basta con los buenos consejos, con las intenciones de corazones nobles. Por tal motivo lo invitamos a cantar: ante el día, la noche, el frío, la fiesta, la algarabía, la dicha y lo nublado.
“Canta y no llores” nos han dicho desde que Quirino Mendoza y el porfiriato, nos regalaron la encomienda. La música y el canto, son tan antiguos como la humanidad misma. Se le ha cantado a todo: a la guerra, al amor, al desamor, al encuentro, al desencuentro, a la magia, el poder, la belleza y la mujer no es la excepción. Recordemos los cantares de gestas donde el argumento del héroe era regresar a casa, donde su mujer, esperaba ansiosa, por él. Desde lo rudimentario del amor hasta lo histórico, como la guerra, es motivo para cantar.
Ya que el acto de enunciación que realiza usted cuando canta, es un acontecimiento singular y que puede nunca más repetirse. Con ello establecemos una unión entre las letras y nuestra voz que se manifiestan como un símbolo de poderío.
Tome su tiempo, hinche su pecho, acompase su respiración, afine su garganta y canten señores y señoras. No hay mejor alivio para el frío en estas fechas.
Alguien dijo que “El canto cumple un propósito colectivo: por medio de él se busca integrar”. Integrémonos cantando. El comunicarnos a través del canto, es un proceso único, ya que la voz es el primer instrumento musical con el cual el hombre/ser humano tiene contacto con la música.
Porque el acto de cantar, de emular la voz de los pájaros, es un acto tan natural y evolutivo que siempre ha existido como una demostración del poder de la canción y su influencia en el descubrimiento de los sentidos, las sensaciones y los sentimientos.
Para el teórico musical John Blacking “Si una pieza musical mueve las emociones de una variedad de escuchas, probablemente esto no se deba a su forma exterior sino a lo que esta forma significa para cada escucha en términos de la experiencia humana”. ¡Viva su experiencia!
La canción es un elemento transmisor de situaciones, entornos y circunstancias. Se detalla, narra y hasta explican los sentires y sentimientos. La canción está creada de una pieza significativa como lo es la palabra y ocupamos la palabra para salvarnos a través del canto.
¡Felices fiestas!
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