Pandemia, inflación y lo que sea, a los dueños del dinero en este país, por más que lo traten de ocultar, no les ha ido nada mal, mientras la mayoría de los mexicanos, con todo y relativos alicientes, sigue esperando las soluciones de fondo a sus problemas.
Resulta que, con todo y altibajos, se han registrado considerables aumentos de precios en la canasta básica y en lo demás, muchos de ellos sin justificación sustentable.
Se está generando una burbuja de precios en el mercado, sin solución a la vista, y el plan gubernamental contra la carestía sencillamente no ha funcionado.
LA “SOLUCIÓN” ESPECULATIVA
En el plano macroeconómico se sigue apostando a la inversión extranjera, que lo único que busca en los mercados accionarios, como los de Chile, Colombia y México, es capitalizar tasas de interés más altas.
Pero si surgen señales de crisis o inestabilidad, o simplemente encuentran condiciones más atractivas en otros lugares del mundo, retiran su dinero con las consecuencias conocidas.
Eso, mientras los grandes ricos mexicanos, y también otros no tan grandes, se llevan el dinero ganado en el país, con el sudor de la clase obrera, a los llamados “paraísos fiscales”, sin que haya correctivo alguno.
EL LATROCINIO ¿IMPARABLE?
Es en ese contexto que, como se ha informado, falseando registros de pérdidas por “créditos incobrables” y simulando inversiones, bancos y mineras han evadido el pago de hasta casi 63 mil millones de pesos de sus obligaciones fiscales.
El dato corresponde al periodo entre 2015 y 2019, según informe del Servicio de Administración Tributaria (SAT).
Agréguese la contabilidad “especializada” que permite la evasión de impuestos por parte de la gran mayoría de las empresas mexicanas, de manera relevante las más grandes.
Cuestiones cuya atención, aplicando los correctivos necesarios, sigue pendiente sin que algo realmente efectivo se haya hecho hasta ahora. Solo paliativos y medidas aisladas que no afectan el fondo.
Cuestiones esas que no reciben atención por parte de una “oposición” arribista, el llamado Prianredé, la aberración que ya está provocando disidencias en sus propios partidos (o lo que de ellos queda).
DESINFORMADOS
Una paradoja del mundo de hoy es que, teniendo a nuestro alcance el mayor cúmulo informativo (con sus asegunes) de la historia, corremos el riesgo de ser los peores informados. No pocos estudiosos del asunto sostienen que la cuestión va más allá del riesgo: es ya una realidad.
Pero sin ánimo de entrar a disquisiciones tales, coincidamos en que la información puntual de la cosa pública, aparte de ser una obligación incuestionable de los mandatarios de todo tipo, es una condición del ejercicio democrático corresponsable.
Distinguir entre la pertinente, necesaria, y la interesada y manipulada (no solo desde la fuente, sino también desde el medio) es cada vez más complicado.
EN TODOS LADOS SE CUECEN…
En efecto, a nivel global, el precio de las gasolinas y diésel se ha incrementado de manera desmesurada en los últimos meses. En México no tanto, en realidad, comparado con el resto del mundo.
Eso se debe, aparte de guerra y pandemia, a que los márgenes de ganancia de las refinerías en el mundo, en los últimos tres años, subieron de 6 dólares por barril de petróleo a 47 dólares.
Las empresas petroleras y refinadoras no solo han evitado pérdidas sino que han hecho un gran negocio de la crisis, como la ha advertido Alejandro Montufar, director general de PetroIntelligence. “No tienen llene”, diría AMLO.
EN EL TINTERO
-“Lo entiendo, es su grado de desesperación, porque no pueden y no pueden porque no le tienen amor al pueblo”, dijo AMLO sobre los infames ataques que reciben él y su familia. Nada de que extrañarse, es lo que acostumbra hacer la “oposición” de banqueta.
-¿Influencers? Frivolidad y estupidez. Punto. ([email protected]).