Desde temprano, la tarde de ayer miércoles, Marcelo Ebrard retomó, de hecho, su estrategia para forzar a Morena a reconsiderar la decisión que en efecto se veía venir desde mucho antes.
Desde el inicio mismo del proceso, en junio pasado, Marcelo se sabía derrotado, pero no podía romper así como así. Necesitaba un buen pretexto y sabía que, como en todo ejercicio de ese tipo, habría irregularidades y entonces era cuestión de magnificarlas, tensar la situación y luego esgrimir aquello como “la razón” del rompimiento.
Su segundo lugar, el mismo que se previó desde un principio, estaba marcado por el favoritismo del presidente López Obrador hacia Claudia Sheinbaum, se argumenta, y ello hacía inequitativa la competencia. Lo dijeron los seguidores de Marcelo, y él mismo, procurando no tocar al presidente, adelantando el desenlace anunciado.
LO QUE SE VEÍA VENIR
Por su parte, la ahora ganadora por amplio margen, de las encuestas, y sus seguidores, insistieron en que la cuestión se dirimía por decisión mayoritaria y democrática.
Que se reponga el proceso, pidió Marcelo, aunque “sea yo quien gane”, dijo ayer miércoles, antes de que se anunciara el resultado, a sabiendas de que no era el ganador, y en el inter respondía entrevistas dejando abierta la cuestión de estar o no en las boletas del año próximo.
¿Movimiento Ciudadano? Es una posibilidad, admitió ¿Otra opción? También, lo dijo claramente.
Unas pocas horas más tarde se dio a conocer el resultado de las cuestionadas encuestas (como todas, habidas y por haber): será Claudia Sheinbaum.
Como sea, y sin descargo de irregularidades que se pueden haber cometido, el hecho es que Ebrard ya está jugando al lado de la oposición al morenismo. De hecho, se precisa que desde sus cuestionamientos previos, lo hacía. El llamado Frente Amplio y quienes dirigen ese grupo lo aprovechan puntualmente.
Y aun cuando su equipo (Malú Micher) trataba de salir al paso de una ruptura radical (“seguiremos en Morena”, dijo) por su parte, Marcelo enfatizó: “estaré en las boletas” (en las elecciones del año próximo) porque “ya no hay cabida en Morena”.
A RÍO REVUELTO
De inmediato, las “fuerzas” (es un exceso incluir en el calificativo al PRD, prácticamente inexistente) aglutinadas en el llamado frente amplio, festinaron sin reservas el servicio que les está prestando Marcelo.
Raudos aprovecharon el deslinde marcelista y “se los dije”, festejaron, tal como se los dijo AMLO sobre la farsa que derivó en la candidatura de doña Xóchitl; anunciaron el “fracaso” de la encuesta morenista y dieron rienda a sus críticas en un ambiente carnavalero.
¿Y cuáles son las opciones reales de Ebrard? Una candidatura independiente está descartada, por los plazos y requisitos. Está el Movimiento Ciudadano, que comanda Dante Delgado y que lo podría hacer candidato. Un hipotético rompimiento del PRI con el frente amplio y también, siempre en el plano especulativo, la sustitución de doña Xóchitl para postular a Marcelo.
Será el lunes próximo cuando, a partir de la declaración que hará Marcelo, se pueda vislumbrar la clave.
LO QUE ESTÁ EN JUEGO
El domingo 2 de junio del año próximo, además del presidente de la República, se elegirá a 128 senadores y 500 diputados federales, así como ocho gubernaturas: Chiapas, Guanajuato, Jalisco, Morelos, Puebla, Tabasco, Veracruz y Yucatán, además de la jefatura de gobierno de la Ciudad de México. También, los congresos locales en 30 entidades.
La elección general siempre va de la mano de la presidencial, aunque hay casos en que el voto selectivo se hace presente por negociaciones o la real presencia de algún contendiente.
También (y eso amerita otro abordaje) en las elecciones del año que viene está en juego el mantenimiento del proyecto de nación que enarbola el morenismo o su virtual desmantelamiento. Continuar en la senda de lo que AMLO ha llamado el “Humanismo Mexicano”, con todo y sus asegunes, o regresar a los privilegios del descarnado capital y una política, la que lucha por retornar, cuyas prácticas son de sobra conocidas.
EN EL TINTERO
-Que recorte a jueces (de la millonada que están pidiendo) “causará ocho años de retroceso”. Habrase visto tamaño cinismo de un poder judicial prácticamente inoperante, con retrasos de decenios.
-El Apunte, también en: Voces-del-Periodista-edicion-459.pdf (vocesdelperiodista.mx)
