Al momento

El boxeo y el circo

El boxeo se ha convertido en circo, maroma y teatro en los últimos años. Lo hemos visto una vez más en la reciente pelea de Teófimo...

Luis Alfonso Félix
Luis Alfonso Félix | Foto: Línea Directa

El boxeo se ha convertido en circo, maroma y teatro en los últimos años. Lo hemos visto una vez más en la reciente pelea de Teófimo López contra Jamaine Ortiz en Las Vegas. Y no lo digo solamente por la escenografía que acompañó al nicaragüense desde su vestidor al cuadrilátero, sino por los veredictos tan aberrantes y las corruptelas de las comisiones de boxeo estadounidenses cuya tarea parece ser proteger a los pugilistas que representan los promotores.

López subió al ring precedido de una faramalla circense y vestido de domador, listo para ofrecer su espectáculo en el que previamente había asegurado arrancarle la cabeza a su oponente.

Sigue las columnas de Luis Alfonso Félix en la sección especial de Línea Directa

La batalla no cumplió con las expectativas esperadas y los más de seis mil fanáticos abuchearon su desarrollo a partir del quinto asalto. Los reclamos no estaban dirigidos solo a Jamaine, cuya estrategia fue pelear a distancia, a base de piernas y de velocidad, sino también para Teófimo, que no tuvo los recursos para descifrar el plan de combate que le presentó el oponente.

Uno propuso, pero sin argumentos. El otro simple y sencillamente se guio por lo que pensó era la clave para contrarrestar al oponente. El mismo López se desesperó y le exigía a Ortiz que peleara. Pero obviamente este último sabía que la única forma de salir avante consistía en seguir con su plan de combate desde el primer campanazo.

Al final yo vi ganar al menos por dos puntos a Jamaine. Pero cuando los jueces tardaron más de lo normal para emitir un resultado, pensé que se estaba fraguando un veredicto adverso. Y así fue. La Comisión Atlética de Nevada “hizo su trabajo”, le concedió el triunfo al centroamericano, pero una de las tarjetas estaba fuera de órbita: la del oficial Steve Weisfeld, quien vio ganar a López 117-111, ¡por Dios!

Cuando el combate terminó, hice un comentario sobre lo sucedido en redes sociales y rápidamente me cayeron, peor que los cobradores de Coppel, los defensores de Teófimo, calificándome de ignorante. Sí, tal vez tengan razón de que 45 años en este oficio periodístico no me hayan dejado ninguna enseñanza sobre diferenciar entre un triunfo y una derrota, pero no se necesita ser tan neófito para reconocer cuando se ha cometido un atraco.

Que Ortiz se paseó por todo el cuadrilátero, es cierto. Que no fue un pleito de choque, también es cierto. Que entraba, tiraba y reculaba, fue su plan como un recurso de triunfo, es respetable. Pero el hecho de que ahora defiendo esa estrategia, es porque en los tiempos de Floyd Mayweather muchos me señalaron que el boxeo no es solo subir, pegar y recibir, sino conectar y que no te conecten.

Eso es precisamente lo que hizo Ortiz. Pero aquellos que en la época de Floyd me cuestionaron mis críticas, ahora opinaron diferente. ¿Quién los entiende pues?

Lo cierto es que en la actualidad el boxeo va precedido de un show, que, en mi opinión, nada tiene que ver con este deporte. Teófimo armó su circo y muchos pagaron para ir a verlo. Entonces, que no se quejen.

Fuente: Internet

Fotografía de perfil de Luis Alfonso Félix

Luis Alfonso Félix

Columnista

Luis Alfonso Félix

Ver más

Al momento

Suscríbete a nuestro boletín

Para tener la información al momento, suscríbete a nuestro boletín en el tendrás las últimas noticias de Sinaloa, México y el mundo.