Culiacán de la simulación y el desgarriate total, Sinaloa, 26 de junio 2023. Se ha dicho y reiterado, el uso que deriva en abuso de las llamadas “redes sociales” ocasiona graves daños neuropsicobiológicos, a los usuarios en general, y particularmente a niños, adolescentes y jóvenes.
Los efectos son negativos, por más que se quiera reivindicar a las tales “redes”; provocan depresión, déficit de atención, baja de rendimiento en todos los órdenes de actividad, incluso en adultos; deserción escolar, adicciones, primero a juegos aparentemente permisibles, aunque la mayoría incitan a la violencia, y luego a la ludopatía que muchas amas de casa padecen (también hombres, desde luego).
Disminuyen las horas de sueño y se expresan sentimientos anti sociales, la incivilidad aparece; los individuos, desde infantes hasta ancianos atrapados en las “redes”, tienen dificultad para la toma de decisiones y distorsión de la personalidad.
DETERIORO CULTURAL EN ASCENSO
De la llamada “ciberadicción” son víctimas los escolares cuyos padres les han proporcionado teléfonos celulares, “tablets” y “Ipads”, a temprana edad, cuando todavía los niños no tienen el suficiente discernimiento.
Al agudizamiento de los problemas derivados del abuso de “redes” y aparatos, contribuyen, sin asomo de duda, los medios que ven rentable la promoción del morbo, la tontería y la liviandad en el entorno social.
Las agresiones, imitando el accionar de ciertos juegos, la gran mayoría, se dan en los patios escolares, como es ampliamente sabido. Los lamentables y penosos pleitos con violencia, incluso entre niñas, son material de las tales “redes” y mueven a la risa y jolgorio de quienes los ven y festejan, en un claro reflejo del deterioro social y cultural que vivimos.
LO QUE NO SE QUIERE VER
Además, con la Internet, las “redes sociales”, sitios, plataformas y aplicaciones, han proliferado el anonimato, la cobardía, el exhibicionismo, la agresividad, la falsa identidad, el engaño y el delito.
En suma, diversos estudios, la realidad y el sentido común, demuestran que el nivel educativo en todo el mundo donde operan las tales “redes” ha bajado y sigue bajando; el tiempo libre se ha pervertido, la inseguridad ha aumentado y las conductas anti sociales se disparan.
Esa es la realidad.
LOS “NATIVOS DIGITALES”
No hace mucho comentamos en este espacio que, en reciente libro, el neurocientífico Michel Desmurget, director de investigación en el Instituto Nacional de la Salud de Francia, ha puesto en la agenda mundial un asunto que de común se rehúye: cómo los dispositivos digitales están afectando gravemente al desarrollo neuronal de niños y jóvenes.
Desmurget, que tituló su libro: “La fábrica de cretinos”, estudia el efecto de los dispositivos digitales en las nuevas generaciones y, con datos y referentes incontestables, da cuenta de lo que está pasando con el auge de esos aparatos que hoy por hoy absorben el tiempo, y el pensamiento, de nuestra niñez y juventud.
Y NO HAY EXCUSA
“Simplemente no hay excusa para lo que les estamos haciendo a nuestros hijos y cómo estamos poniendo en peligro su futuro y desarrollo”, advirtió Desmurget, quien cuenta con amplio reconocimiento en su campo de estudio.
Y los “nativos digitales” son los niños que, por primera vez en la historia, tienen un coeficiente intelectual más bajo que sus padres. Está pasando en países como Noruega, Dinamarca, Finlandia, Holanda y Francia (en otras partes, peor, como en México).
Ello, sin descargo de adultos que, ni modo, “se quedaron arriba”.
EN EL TINTERO
- En la (sub) cultura actual, en los narcocorridos y narcoseries “solo se ‘resalta’ lo atractivo del narco y no se retrata el sufrimiento de la realidad”, bien ha dicho AMLO.
- Que el Reino Unido (más bien Inglaterra) emite “alerta de viaje” para diez estados mexicanos.
- No solo ese país, sino prácticamente todo el mal llamado “primer mundo” está inmerso en una profunda crisis social, sus ciudades están repletas de “homeless” y sus índices de violencia e inseguridad son alarmantes. Y así se atreven a juzgar al resto del mundo.
- La OEA debe desaparecer, está al servicio de la oligarquía estadunidense, sin asomo de duda. Dan pena, e indignan, los gobiernos latinoamericanos que les siguen el juego a los vecinos del norte.
- Solamente a quienes ignoran la mecánica del control social puede sorprender que el dueño de la red twittera, Elon Musk, el simplón multimillonario producto del sistema, la utilice para difundir noticias falsas, además de apoyar bajo cuerda a neonazis y supremacistas.
Para eso son las tales redes, contando con la ingenuidad de los usuarios cautivos. ([email protected]).