En encuestas recientes de Vox y DataProgress, en Estados Unidos, se encontró que el 71% de los votantes están de acuerdo en que se aumenten los impuestos al 2% más rico de los estadounidenses.
El mismo Joe Biden en aquel país ha tenido que reconocer que es necesario “reconstruir a la clase media” y que las familias trabajadoras se han sentido abandonadas durante años.?
Nada nuevo, en realidad, en Estados Unidos cada vez les queda más claro que detrás de la concentración del capital en unas cuantas manos, en comparación con el conjunto de la población, está el abuso, la corrupción y los privilegios que los gobiernos les conceden a los grandes ricos.
En México no hacen falta encuestas de ese tipo (además, las encuestadoras, simples negocios, aquí carecen de credibilidad) pues el pueblo sabe perfectamente, desde hace mucho, que ha venido siendo explotado y que hay una cuasi criminal concentración de la riqueza, cuyo origen se ubica, precisamente, en las mismas causas que están descubriendo las clases populares en el llamado “primer mundo”.
EL MITO DE LA “GRAN EMPRESA”
Los grandes ricos y sus corifeos aducen que la creatividad, visión y etcétera, de la privada iniciativa es lo que genera la riqueza, lo cual es una rotunda falsedad.
Es el trabajo de obreros, campesinos, mineros, pescadores y en suma de todos los trabajadores de base, lo que genera la riqueza que luego queda en manos de patrones, herederos, Juniors, traficantes de influencias, banqueros y demás.
Lo sabe todo mundo, sin sombra de duda.
Si a una fábrica falta el patrón, la producción sigue, sin problema alguno; si los que faltan son los trabajadores, no hay producción. Así de simple.
¿PODRÁ LA VÍA DEMOCRÁTICA?
No hace mucho, comentamos que Noam Chomsky apuesta a la vía democrática, a que “la gente se organice, se comprometa (para) lograr un mundo mucho mejor, lo cual también confrontará los enormes problemas que estamos enfrentando en el camino”.
Sin embargo, precisamente el rumbo que están tomando las cosas a nivel mundial hace desconfiar de la eficacia de esa vía (al menos en los términos tradicionales) pues hasta ahora no se ha logrado superar los terribles desfases que privan en todos los niveles.
La democracia formal (que eso viene siendo) no ha logrado corregir la inequidad, ni las ofensivas asimetrías entre los que tienen hasta el exceso y los que de todo carecen.
Si la idea de Chomsky sobre la organización y el compromiso de la gente va más allá, de modo que se puedan enfrentar las desviaciones de la democracia meramente formal (que no factual) entonces podríamos pensar en los cambios que la humanidad reclama.
EN EL TINTERO
-¿Qué es lo que pelean quienes se oponen a las reformas que AMLO propone para el sector energético? -Seguir manteniendo privilegios y sus enormes ganancias. Eso es todo. Se trata, literalmente, como dice el presidente, de “que dejen de robar” y punto.
-¿Por qué algunos diputados y senadores de Estados Unidos despotrican contra AMLO? –Defienden los intereses privados y su tajada, igual que otros de aquí.
-Lo dijimos desde un principio: lo más difícil será regresar a trabajar a la enorme tanda de flojos (por no decir el calificativo más apropiado) que se colgaron de la pandemia.
-Sigue el desgarriate en el área de seguridad pública de Sinaloa. Se ha dejado a los mismos en el nuevo gobierno y la continuidad de lo que no se resolvió en el anterior era lo esperable.
-Con la participación de prácticamente todos los medios, se promueve la ligereza, la veleidad y la tontería, además de la exhibición vulgar de la mujer como objeto de propaganda para lo que sea.
-¿Se acuerda de todo lo que se dijo en las recientes campañas en Sinaloa? ¿De las fallidas encuestas? ¿De las amenazas de candidatos de los quince minutos? Terminado el uso de la farsa, a otra cosa. Y lo mismo pasará en las elecciones que vienen, de lo que sea.
-En el Congreso federal, triste exhibición de vulgaridad, poses, diatribas, protagonismos inanes, es el común por allá. Los de acá no se quedan atrás.
-La agencia calificadora Fitch empieza a cambiar su actitud (está en juego su pago) y ya calificó a México con BBB, una “perspectiva estable”. Por mi parte, insisto, lo que se debe hacer es mandar al diablo a las especuladoras calificadoras.
-Los “ratoncitos verdes” les decía Manuel Seyde, el gran cronista que estuvo más de 50 años en “Excélsior”, a los seleccionados mexicanos hace ya muchos años. Parece que las cosas no han cambiado.
-Este escribiente tiene años publicando, en este medio, y también en algunos de los llamados “nacionales” (de la CDMX, pues) que sin solución alguna (todos se hacen de la vista gorda) continúa la violación a la Constitución por parte del gobierno en los llamados “retenes”, mismos que propician la criminalidad en lugar de combatirla efectivamente. Al respecto, sólo la desvergüenza oficial. ([email protected]).