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Cuando el termómetro sube, ¿se te baja el ánimo? Cómo el calor extremo afecta nuestras emociones

El calor del verano puede ser una bendición para algunos, pero para otros puede ser una verdadera tortura. Cuando las temperaturas suben, nuestro cuerpo comienza a...

Termómetro, Clima fresco
Clima | Foto: Archivo Línea Directa

El calor del verano puede ser una bendición para algunos, pero para otros puede ser una verdadera tortura. Cuando las temperaturas suben, nuestro cuerpo comienza a trabajar más para mantenerse fresco y esto puede tener un impacto en nuestro estado de ánimo y emociones.

A medida que la temperatura sube, nuestro cuerpo trata de mantenerse fresco mediante la sudoración. La sudoración ayuda a bajar la temperatura del cuerpo al evaporarse, pero también provoca la pérdida de líquidos y electrolitos, lo que puede llevar a la deshidratación. La deshidratación puede afectar negativamente nuestro estado de ánimo y emociones, haciéndonos sentir cansados, irritables y con falta de energía.

Además, cuando el cuerpo se encuentra expuesto a altas temperaturas durante un periodo prolongado, puede producir estrés fisiológico. El estrés fisiológico es una respuesta natural del cuerpo a situaciones de peligro o amenaza, y puede incluir una serie de cambios físicos y hormonales diseñados para ayudarnos a lidiar con el estrés. Sin embargo, cuando este estrés se produce de forma prolongada, puede tener efectos negativos en nuestro cuerpo y en nuestras emociones.

Uno de los efectos negativos del estrés fisiológico es el aumento de la producción de la hormona del estrés, el cortisol. El cortisol es una hormona que se produce en la glándula suprarrenal y está diseñada para ayudar al cuerpo a responder al estrés. Sin embargo, cuando la producción de cortisol es elevada durante un periodo prolongado, puede tener efectos negativos en nuestro cuerpo y en nuestras emociones. El cortisol se ha relacionado con la ansiedad, la depresión y la fatiga crónica, y su producción en exceso puede tener efectos negativos en nuestro estado de ánimo y emociones.

Además, el estrés fisiológico producido por el calor extremo puede afectar nuestra calidad de sueño. Dormir es fundamental para nuestro bienestar físico y emocional, pero cuando el cuerpo se encuentra sometido a estrés fisiológico, puede ser difícil conciliar el sueño o mantener un sueño profundo y reparador. La falta de sueño puede afectar negativamente nuestro estado de ánimo y emociones, haciéndonos sentir irritables, ansiosos o deprimidos.

Pero el estrés fisiológico no es la única forma en que el calor extremo puede afectar nuestro estado de ánimo y emociones. La exposición prolongada a altas temperaturas también puede tener efectos directos en nuestro cerebro. Por ejemplo, se ha demostrado que el calor puede reducir la producción de neurotransmisores como la serotonina, que se relaciona con la regulación del estado de ánimo. Cuando los niveles de serotonina son bajos, podemos experimentar depresión y ansiedad.

Además, la exposición al calor extremo puede causar fatiga muscular, lo que puede hacer que nos sintamos más cansados y menos motivados para realizar actividades físicas y sociales. La fatiga muscular también puede afectar nuestra postura y nuestra capacidad para realizar tareas cotidianas, lo que puede aumentar la sensación de estrés y frustración.

Otro efecto del calor extremo en nuestro cuerpo es la vasodilatación, que es la dilatación de los vasos sanguíneos. Esto puede hacer que la presión arterial disminuya, lo que puede causar mareos y desmayos. Los mareos y desmayos pueden ser una fuente de ansiedad y miedo, lo que puede afectar negativamente nuestro estado de ánimo y emociones.

Es importante destacar que no todas las personas se ven afectadas de la misma manera por el calor extremo. Algunas personas pueden ser más sensibles que otras a las altas temperaturas y, por lo tanto, pueden experimentar más estrés fisiológico y emocional en días calurosos. Los grupos de población más vulnerables son los ancianos, los niños, las personas con enfermedades crónicas y aquellos que trabajan en exteriores.

¿Cómo podemos protegernos del calor extremo?

Para protegernos del estrés fisiológico y emocional que produce el calor extremo, es importante tomar medidas para mantener nuestro cuerpo fresco y protegido del sol.

Algunas recomendaciones para prevenir los efectos negativos del calor extremo son:

1. Beber suficiente agua para evitar la deshidratación.
2. Evitar salir en las horas más calurosas del día.
3. Vestir ropa ligera y transpirable.
4. Usar protector solar para evitar quemaduras solares.
5. Descansar en lugares frescos y con sombra.
6. Realizar actividad física en las horas más frescas del día.
7. Tomar baños frescos o duchas para reducir la temperatura corporal.

Cuidar nuestro cuerpo no solo tiene beneficios físicos, sino que también puede tener un impacto positivo en nuestras emociones y estado de ánimo. Al prestar atención a nuestras necesidades fisiológicas y protegernos del estrés producido por el calor extremo, estamos cuidando no solo nuestra salud física, sino también nuestra salud emocional. Es importante recordar que nuestro cuerpo y mente están interconectados, y al cuidar uno, estamos cuidando el otro. Por lo tanto, tomemos medidas para cuidar nuestro cuerpo en épocas de calor extremo y así, disfrutar del verano con una mente y cuerpo saludables.

Te agradezco cualquier comentario acerca de esta columna y si crees necesitar acompañamiento psicológico profesional con respecto a este tema o conoces a alguien que lo necesite, contáctame a través de este link: https://heylink.me/JUANJOSEDIAZ

Gracias, te dejo un abrazo.

 

Fuente: Internet

Fotografía de perfil de Juan José Díaz Iribe

Juan José Díaz Iribe

Columnista

Juan José Díaz Iribe

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