Julio César Urías tuvo el pasado sábado una brillante salida de solamente un hit sin carrera ante los Mets de Nueva York. Esa noche, en lo que era su tercera aparición después de 40 días de inactividad a causa de una lesión, el sinaloense volvió a mostrarse como el pitcher dominante del año pasado y firmaba la mejor actuación en este 2023.
Con la exhibición que nos ofreció ante el conjunto neoyorquino en un duelo contra el gran veterano Justin Verlander, nos hizo creer que el problema de su espalda era el principal justificante de que algunos partidos se hayan convertido en derrotas y no en triunfos.
Pero este miércoles, cuando todavía saboreábamos esa soberbia actuación contra los Mets el pasado fin de semana, el lanzador mexicano no solamente se topó con su sexta derrota del año, sino con el partido en el que más carreras y también limpias le han hecho desde hace mucho tiempo al caer 5-8 con Baltimore. Fue una salida contrastante.
Urías no le sacó provecho a una tempranera ventaja de 2-0 que su ofensiva le puso sobre la mesa apenas en el primer inning. En el cierre le cayeron con cuatro anotaciones y más tarde se sumaron otra cantidad igual, retirándose con ocho anotaciones en cinco episodios, la cifra más alta de carreras que le fabricaban desde el 14 de mayo del 2022 cuando los Filis le timbraron precisamente ese número de rayitas.
Todas las carreras resultaron merecidas, convirtiéndose en la cuarta ocasión de su carrera que le anotan seis carreras limpias, la última de ellas el 18 de mayo de este mismo año ante los Cardenales de San Luis.
La efectividad de Urías se volvió a elevar con estas ocho carreras a un 5.02, cuyo porcentaje no solamente le impide aparecer en un top ten sino en la lista de elegibles a calificar por la falta de innings que perdió en esas seis semanas que estuvo en el hule.
Aunque algunos creen que su elevado promedio de carreras limpias pudiera ser un handicap en contra para alcanzar el fichaje millonario en el que muchos ya lo vemos a fin de año, siento que una mala campaña no puede opacar el gran trabajo que hizo en las últimas dos temporadas. Julio conseguirá ese objetivo como agente libre y el tiempo nos dará la razón.
DESBANCADOS
Tampa Bay tuvo un arranque formidable de temporada ganando sus 13 primeros encuentros de la campaña para cincelar un nuevo récord de franquicia. Desde entonces se subió a la cima de la que parecía muy difícil que pudieran bajarlos.
Sin embargo, el equipo del México-cubano Randy Arozarena ha caído en una mala racha, a tal grado de que este jueves, después de 95 jornadas, su récord pasó de un 13-0 a un 45-37 (global 58-37) y ser desplazado del primer lugar de la zona Este de la Liga Americana por los Orioles, merced a esa victoria sobre los Dodgers de Los Angeles y Urías, combinándose con el revés de Tampa en Texas.