Culiacán del caos vial irremediable, Sinaloa, 28 de agosto 2023. El pasado lunes 24 de julio, el presidente Andrés Manuel López Obrador se refirió a la baja de calificación a Pemex, por parte de las llamadas “calificadoras” internacionales.
Consideró AMLO que “las calificadoras que rebajaron a Pemex actúan por intereses y lo hacen para manipular como en los tiempos del neoliberalismo”.
Agregó que tales calificaciones “no afectan en nada… es parte de la simulación que existía durante el predominio del modelo neoliberal, es una burla todo esto de las calificadoras, sin embargo todavía quedan esos remanentes, toda esa información que utilizaban para manipular”.
Tomar en cuenta esa “calificación” es lo mismo que “tomar en cuenta lo que opine el Fondo Monetario Internacional que está totalmente desacreditado. Son calificadoras que actúan en función de intereses, lo peor de todo es que hasta se les tiene que pagar”, expresó el presidente de México.
Y ya no pagarles, hacerlas a un lado, es lo que procede y venimos sosteniendo desde hace tiempo.
EVALUAR A LAS EVALUADORAS
Parafraseando a Marx (hay que educar a los educadores) en los tiempos que corren se precisa evaluar a las evaluadoras internacionales, como Standard and Poor’s, Fitch y Moody’s, cuyas calificaciones con frecuencia se asumen como indicadores de necesaria referencia en los asuntos de la banca y las finanzas mundiales.
Standard and Poor’s, como se sabe, es proveedora de información financiera. Se le tiene por una de las más importantes del mundo y realiza sus funciones desde hace siglo y medio; sus dictámenes se asumen como indicadores válidos para la toma de decisiones.
Pertenece a The McGraw-Hill Companies, proveedor global de servicios de información que opera desde 1888 y tiene más de 280 oficinas en 40 países.
Según su propia información, Standard and Poor’s tiene “ingresos operativos” por miles de millones de dólares, al igual que sus colegas calificadoras. Parte de esas grandes ganancias es cubierta por países como México.
CALIFICADORAS DESCALIFICADAS
Pero no todos están de acuerdo en la confiabilidad de las calificaciones que Standard and Poor’s y sus colegas otorgan y por las cuales cobran muy bien.
A fines de 2008, cuando la crisis hipotecaria en Estados Unidos, la que desencadenó la última crisis global de la que aún no salen muchos países, las agencias de calificación Moody’s, Standard and Poor’s y Fitch, fueron señaladas como “responsables de la crisis financiera” por congresistas de Estados Unidos.
Esas agencias dieron “notas altas a ciertas compañías y a sus inversiones en créditos hipotecarios de alto riesgo”, lo que trajo como consecuencia una sobrevaloración de activos que aprovecharon los especuladores con el consecuente desplome.
En esa ocasión, Henry Waxman, del Partido Demócrata y presidente del Comité de Supervisión de Asuntos de Gobierno de la Cámara de Representantes, declaró que “la historia de las firmas calificadores de riesgo son un fracaso descomunal”.
Waxman señaló que “millones de inversores confían en sus evaluaciones”, pero las calificadoras “rompieron ese vínculo de confianza y los reguladores federales ignoraron las señales de alerta y no hicieron nada para proteger a la gente”.
VENDIENDO ESTRELLITAS
Tanto Standard and poor’s como Moody’s y Fitch, han sido acusadas de influir interesadamente en la credibilidad financiera de los países que “califican”.
Los críticos documentan casos en que determinada nación aparece con baja, o alta, calificación, en concordancia con localizados intereses de la banca internacional.
Cuando las empresas, o los clientes en general, calculan que pueden recibir una “mala nota”, si se atienen a su realidad, entonces no contratan a la agencia calificadora. Estas, en respuesta, comienzan a asegurar buenas notas para no perder a sus clientes.
Así las cosas, en el caso mexicano, ¿a seguirles pagando?
EN EL TINTERO
- La torva expresión en la foto de fichaje de Donald Trump, dice más de lo que él, pensando en el uso mediático, creyó. Un truhan, sin más.
- Finalizadas las que en realidad han sido (pre) precampañas, en el llamado frente amplio hay un empate técnico entre Beatriz Paredes y Xóchitl Gálvez; en el lado de MoReNa es clara la ventaja de Claudia Sheinbaum. Se verá.
- Más de 24 millones de escolares regresan hoy a clases y libros habrá, superando la histeria inducida, el morbo y el mezquino interés empresarial que está detrás de la campaña en su contra.
- Sin asomo de duda, son explotadoras las mineras extranjeras y también las nacionales. Cuestión de una mínima revisión para constatarlo. ([email protected]).