Ay Jalisco no te rajes es una canción de 1941, fue compuesta por el gran Manuel Esperón y letras de Ernesto Cortázar para la película del mismo nombre.
En esos tiempos en el Occidente del país se gestaba un débil movimiento de separación de Jalisco del Pacto Federal, las cenizas del movimiento cristero todavía ardían y querían desestabilizar al Estado Revolucionario.
Varios historiadores dicen que nada tiene que ver, lo cierto es que, la canción y la película fueron vehículos de propaganda para hacer ver que Jalisco no se rajaba… no se rajaba con el Pacto Federal.
En la tierra de Prisciliano Sánchez, Valentín Gómez Farías y de Ignacio L. Vallarta por fin en esta 4T vimos a alguien disentir con el Presidente Electo: el Gobernador Enrique Alfaro alzó la voz desde un ladito de catedral, desde la Rotonda de los Jaliscienses Ilustres.
Ahí donde están enterrados el Dr. Atl, el gran José Clemente Orozco, el Gral. Marcelino García Barragán, el Educador Manuel López Cotilla, el Insurgente Pedro Moreno y demás próceres jaliscienses, el Gobernador Alfaro se dio a respetar ante la fuerza de la 4ta. Transformación.
Alfaro jugó muy bien con la imagen y con el tiempo, sabe Alfaro que tenía que proyectarse desde un lugar que tuviera que ver con el mensaje: ir a la rotonda y solicitarle respeto al poder y respeto a Jalisco sobre la tumba de los que pintaron los murales que la izquierda venera, sobre la tumba del autor del juicio de amparo, sobre la tumba del hombre que reformó la Constitución para quitarle poder al clero, sobre la tumba del militar que se le negó a los gringos a dar golpe de estado, por citar la obra de algunos hombres jaliscienses que siempre vieron por su tierra y por su gente.
Alfaro fue prudente, respetuoso, pero hizo ver que el rumbo con el que se va a trazar la República no es el esperado por el pueblo jalisciense y no van a dejar que se vulnere a la ciudadanía y no permitirán que se ejerza el control desde el centro del país en los destinos políticos, financieros y de seguridad y que en Jalisco no están de acuerdo al “Perdón y Olvido”. “En Jalisco -dijo Alfaro- Los corruptos irán a la cárcel no de vacaciones”.
“Corremos el riesgo que por nuestra claridad se pretenda castigar más a Jalisco y el peor riesgo es guardar silencio”…
Y así Enrique Alfaro se convirtió en el primer opositor serio, no solo se opone sino pide respeto, ofrece apoyo y guía, al decir que lo que están viendo no está bien trazado.
Historiadores militares refieren que Porfirio Díaz siendo Presidente durante mas de 30 años tenía una costumbre al despertarse: pedir el parte de novedades de dos estados: Nuevo León y Jalisco. Para Don Porfirio El Norte y el Occidente eran los sensores de la República.
Alfaro fue valiente al reclamarle a López Obrador. Por eso ante tanto Poder de la 4T y que no sabemos hacia donde va… solamente nos queda evocar el estribillo que inmortalizarán Esperón-Cortázar: ¡Ay Jalisco no te rajes!