Cuando Argentina arrancó la Copa Mundial de Qatar perdiendo de manera sorpresiva con Arabia Saudita, no solamente ese país se estremeció con ese resultado, sino varios países de nuestro continente y del planeta. Aunque era apenas la primera jornada, el revés puso en un predicamento a la tropa de Lionel Messi porque ese marcador no estaba en el ensayo sobre cómo transitaría la albiceleste en el evento.
El empate de México con Polonia en esa misma ronda de apertura dejaba mal parados a los argentinos; en la última posición. Es cierto, hubo preocupación y temor de quedar fuera apenas en la primera fase, pero llegaron aires de alma cuando derrotaron a México (que sí estaba en las proyecciones) y sabían que para no depender de nadie estaban obligados a doblegar a Polonia en la última fecha.
Al final de cuentas Argentina avanzó –como se esperaba- encabezando el grupo “C” y después de octavos y cuartos de final, ahora está convertido en el primer finalista tras su contundente victoria sobre Croacia, el mismo que había dejado fuera a la otrora poderoso y favorito de millones, Brasil.
El pronóstico de ese encuentro era reservado. Las opiniones estaban más que divididas en cuanto a quién ganaría, pero con poco margen de inclinación hacia los europeos, por lo que habían hecho contra Neymar y compañía.
Argentina, con ese triunfo ante la oncena comandada por Lucas Modric, no solamente ganaba el boleto a la final, sino que rompía algunas quinielas en las que colocaban la misma final del 2018 entre Croacia y Francia. Los argentinos buscarán ahora romper una larga sequía de no levantar la Copa, pero sobre todo, tratarán de que Messi pueda colocarle la cereza al pastel en su última participación en Copas del Mundo.
Messi ha ganado todo en su carrera, excepto un Mundial. Así que esta es su gran y última oportunidad. Por lo pronto está en condiciones de poderle ganar esa partida a Cristiano Ronaldo, quien ya ha cerrado el libro de los Mundiales sin tan codiciado trofeo.
EL OTRO. Francia y Marruecos disputarán este miércoles la otra semifinal. De allí surgirá el rival de Argentina. Los pronósticos dicen que los franceses son amplios favoritos. Y estoy de acuerdo en eso.
Pero que no se les olvide que el “caballo negro” puede seguir dando sorpresas. Marruecos ha llegado a semifinales por primera vez en su historia con grandes méritos. Si no consiguen ese objetivo nadie en el mundo, y mucho menos en su casa, le podrán reprochar algo.
Lo que han hecho hasta el momento no tiene precedentes.
Por cierto, y para orgullo de México, de Sinaloa y Culiacán, el juez principal de ese partido será César Arturo Ramos, ese al que los “genios” de las televisoras lo satanizaron en la liguilla, pidiendo casi a gritos que lo bajaron del avión “porque había mejores silbantes”.
Mis respetos para el desempeño del paisano quien no tuvo los reflectores que acapararon los que realmente fracasaron más un inepto entrenador.