Al momento

AMLO, SU HIJO, Y LA PASION DE CRISTO

La frase proviene de la mente brillante del gran pacifista de origen indio Mahatma Gandhi “El ojo por ojo, sólo hará que el mundo quede ciego”....

| Internet

La frase proviene de la mente brillante del gran pacifista de origen indio Mahatma Gandhi “El ojo por ojo, sólo hará que el mundo quede ciego”.

Es evidente, el mensaje del célebre humanista, en su expresión arriba descrita, tiene su origen en su rechazo subliminal a ese acto llamado venganza.

El presidente Andrés Manuel López Obrador, pudiera estar viviendo y sufriendo en carne propia, precisamente algunas reacciones de venganza, derivadas, sin duda, de sus acciones de gobierno.

Y es que la posibilidad surge, por la manera franca, abierta, directa y certera del Presidente para señalar a personajes de la vida política y pública, presuntamente involucrados en actos deshonestos y actos de corrupción.

RECORDEMOS: López Obrador ha abanderado desde el inicio de su mandato constitucional las causas de la HONESTIDAD y la AUSTERIDAD, como estandartes de su gobierno.

Y desde esa proyección política, AMLO ha criticado severamente a quienes en el pasado no transitaron por esas vías, y quienes tampoco lo hacen hoy.

Aceptemos asimismo, que el mandatario mexicano predica con el ejemplo de lo que pregona, y las pruebas de su conducta y congruencia en materia de honestidad y austeridad, están a la vista de todos los mexicanos.

Creo, sin temor a equivocarme, que los adversarios lo saben, ya que sus minuciosas investigaciones sobre vida y obra de los actores políticos, así se los hace saber.

 Y es que, si al Presidente de nada se le acusa, es porque nada negativo han encontrado en sus indagatorias de vida pública y privada.

Por ello, ante la carencia de elementos para golpear de manera directa la imagen del Presidente, y por la urgencia de debilitar su discurso y su gobierno, se hacía para sus adversarios necesario buscar otros flancos hacia dónde dirigir las flechas envenenadas.

Partiendo desde mi perspectiva personal, creo que los incontables opositores de Andrés Manuel, no lo quieren eliminar del plano terrenal, pero sí desaparecerlo del plano político.

Su idea sería, asestar golpes que no lo dañen de manera física, pero sí en materia  política, moral y emocional.

Y frente a ese escenario, al no contar con bases para golpear de manera directa la figura presidencial, la única opción disponible, sería su familia.

El flanco más visible, era el mayor de sus hijos, José Ramón López Beltrán, cuyo “pecado capital” es el gusto por una vida alejada de la austeridad social que promulga su padre, el Presidente de México.

Es decir, una vida que sin falsas poses de modestia y humildad, la gran mayoría de las personas hemos anhelado en algún momento de nuestras vidas, pero que hipócritamente muchos criticamos en terceras personas.

Pero, el plan de ataque funcionó: El blanco perfecto que buscaban los adversarios, estaba a tiro y en el grano de la mira.

El disparo fue certero. Directo al corazón del Presidente, y con los efectos secundarios planeados y esperados. Es decir, se le ocasiona una herida moral, que no le quita la vida, pero que emocionalmente le golpea, derrumba y lacera el alma.

Acusan pues, al primogénito de López Obrador, de haber vivido al lado de su esposa en una lujosa residencia en la ciudad estadounidense de Houston, Texas.

Aunque la acusación es sólo mediática, porque no hay pruebas de delito alguno, el objetivo de crucificar a la familia presidencial se ha cumplido.

Y en ese remedo de la “pasión de Cristo”, miles encuentran y sentencian, de manera anticipada, como culpable al hijo del Presidente.

En este escenario, los acusadores no quieren entender que el, o los delitos del implicado son simples suposiciones, y que los tribunales de justicia no aceptan esos conceptos como válidos.

Pero, más injusto me parece que se crucifique al Presidente por la presunta falta cometida por su hijo: Un hombre con 40 años de edad a cuestas, y con una vida privada libre e independiente.

Pero, es injusto y hasta cruel también, el descarnado acoso y linchamiento social a que está siendo sometido José Ramón López Beltrán, convertido hoy en día en la presa visible de las fieras de caza.

Actos, tal vez promovidos por la envidia, el malsano odio y un marcado rencor, hacia su padre, el Presidente de México.

La realidad de las cosas, es que el blanco de los arcos con flechas envenenadas no era precisamente la humanidad del llamado “hijo incómodo”, sino más bien el objetivo era la figura presidencial… Se trata de un capítulo más de la vida política nacional… Pero la historia continúa… Y nosotros nos veremos enseguidita.

Fuente: Internet

Fotografía de perfil de Armando Ojeda Camacho

Armando Ojeda Camacho

Armando Ojeda Camacho

Ver más

Al momento

Suscríbete a nuestro boletín

Para tener la información al momento, suscríbete a nuestro boletín en el tendrás las últimas noticias de Sinaloa, México y el mundo.