El viernes pasado le adelantamos en este espacio la declaración del presidente Andrés Manuel López Obrador en Mazatlán, a su paso hacia Nayarit, en la que anunció que estaría visitando el municipio de Guasave en enero próximo, y que tenía un fuerte compromiso con los guasavenses ante una promesa de campaña que hizo.
Luego el sábado el senador de la República Rubén Rocha Moya dijo aquí que el propio López Obrador le habría confirmado personalmente que cumpliría su promesa y que se regresaría el béisbol al Francisco Carranza Limón.
En medio de la euforia, han faltado voces críticas, opiniones razonadas con tranquilidad y prudencia, que se hagan una interrogante elemental en este caso: ¿Realmente los guasavenses nos merecemos ese retorno, tener una nueva franquicia de la Liga Mexicana del Pacífico, luego de la historia reciente del equipo?
En lo personal, lo más relevante de todo esto me parece que es el hecho de que un presidente de República anuncie el cumplimiento de una promesa de campaña con la celeridad con la que lo está haciendo López Obrador.
Se desconoce aún la manera en que se buscará el retorno del béisbol profesional a Guasave, si el gobierno federal va a ser solo facilitador o le inyectará recursos públicos, si ya están listos los empresarios que están dispuestos a perder dinero en el sostenimiento del equipo, y una serie de dudas que seguro tendrían que irse despejando con el paso del tiempo.
El béisbol profesional es un espectáculo que funciona como una especie de válvula de escape ante el enojo de una sociedad por los excesos que se cometen en su contra.
Además, en temporada genera empleo, derrama económica y una sana opción de espacio para esparcimiento, tan escasos en la ciudad, para miles de familias guasavenses. Eso es algo extraordinario.
Pero, ¿realmente el regresar el béisbol profesional es la prioridad de los guasavenses? ¿Así lo entiende López Obrador? ¿No habrá otras carencias, como por ejemplo el drenaje sanitario, que requieren mayor atención? Y sobre todo, ¿puede la economía local sostener bien, con calidad, un proyecto de esta naturaleza?
Qué bueno que se concrete el retornó del béisbol profesional a Guasave. Me hubiera gustado que ese regreso se hubiera producido por un evidente crecimiento económico del municipio y un aumento en el nivel de ingresos de la sociedad, que así hubiera auspiciado y justificado una empresa de esta envergadura.
No me genera mucha confianza el hecho de que este anunciado regreso a escena de un equipo de béisbol profesional sea impulsado por una especie de decreto presidencial, sin el soporte que le daría al proyecto una economía regional más fuerte y un compromiso de apoyo auténtico de la afición. Esa es mi preocupación.
Yo entiendo la postura de muchos aficionados al béisbol, que aún se sienten agraviados por la venta de la franquicia de Algodoneros.
¿La afición cumplió con su apoyo al club de béisbol de Algodoneros de Guasave para mantener el espectáculo? ¿La economía local da para sostener un equipo profesional tan caro en esta liga?
Digo, porque muchos de los que se han desgarrado las vestiduras tras el retiro de los Algodoneros de Guasave, y aplauden hoy la decisión del presidente de traer una nueva franquicia, en su vida han comprado un boleto para entrar al estadio “Francisco Carranza Limón”.
Y tampoco lo harán en su retorno si se concreta. Critican, pero les gusta mucho lo gratis. Reclaman el espectáculo pero jamás han pagado por él, y no está en sus planes hacerlo en el futuro.