Sonora.- El 5 de junio del 2009, fue la última vez que vieron a sus hijos, que los pudieron abrazar, ver su sonrisa y hasta su último berrinche.
La corrupción de las autoridades que permitieron que una guardería operará sin los permisos y las medidas de seguridad necesarias, así como la mezquindad de funcionarios de gobierno y de los directivos de la estancia infantil, les arrebataron la vida de sus hijos y a ellos la oportunidad de crecer junto a sus padres.
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A una década de la tragedia que conmocionó a México y el mundo, 3 de los 49 padres que perdieron a sus hijos en el incendio de la Guardería ABC, en Hermosillo, Sonora, relatan parte de lo que han tenido que pasar en este proceso.
Dicen que la pérdida de un hijo, es el dolor más grande para un ser humano, y Patricia Duarte Franco, Humberto Zavala Trujillo y Julio César Márquez Ortiz, dan muestra de ella.
Han sido 10 años de aprender a vivir con el dolor de perder a un hijo, pero es solo eso, aprender a vivir con ese sentimiento que quema el alma, más no dejar de sentirlo y menos aún, olvidar a su pequeño o pequeña.
En entrevista para Ruido en la Red, Patricia Duarte, mamá de Andrés Alonso (+) confiesa como pese a que han pasado 10 años del peor día de su vida, sigue preguntándose ¿por qué a ella? Y sobre todo ¿por qué su hijo?.
“Te resignas, pero no aceptas lo que estás viviendo, todavía a 10 años hay momentos en que dices bueno, pero porqué yo tengo que estar en eso, o sea, porqué mi hijo, porqué a mí como mama”.
Los padres de estos pequeños se encontraban en sus lugares de trabajo sin imaginar lo que pasada en el lugar y con las personas que confiaban sus hijos estaban bien cuidados.
“Despiertas un día y ya no sale el sol, y estás muy confundido y alguien te dice, ya no va a regresar”, lamenta el Humberto Zavala, padre del pequeño Santiago de Jesús (+).
Luego de aquel día negro, los padres y madres de las víctimas del incendio, exigen justicia a través de marchas y protestas, sin que hasta la fecha las autoridades hayan esclarecido los hechos y castigado a los responsables de apagar la luz de 49 angelitos.
“No entendía yo que el gobierno era sordo al pueblo, al reclamo o exigencias y necesidades del pueblo, fue hasta que ocurre la tragedia de ABC que he perdido a mi hijo y me doy cuenta de todo esto”, es el clamor del padre de Julio César, el señor Julio César Márquez Ortiz.
El fuego inició en una bodega aledaña a la Secretaría de Hacienda estatal. Era una guardería subrogada por el Instituto Mexicano del Seguro Social a particulares, “disfrazada” de una trampa mortal.