México.- La detención de Rafael Caro Quintero ha sacado a flote el nombre de varios personajes, no solo los relacionados con el turbulento mundo del narcotráfico, sino también con la vida personal de “El Narco de Narcos”, como lo fue Sara Cosío, su gran amor y punto débil.
Según las crónicas de la época de mayor apogeo de Caro Quintero, hacia la década de los 80, Sara Cosío Vidaurri fue el amor tormentoso y a la vez pasional de Capo, un romance casi prohibido que indirectamente lo llevaría a ser capturado en Costa Rica durante el año 1985.
Al cuestionarse sobre Sara Cosío y Caro Quintero, estos podrían ser considerados tan diferentes como el agua y el aceite, ya que Sara es proveniente de una de las familias más ricas de Guadalajara ligadas a la política. Su padre era Octavio César Cosío, exsecretario de Educación en Jalisco y su tío Guillermo Cosío Vidaurri, exgobernador de la entidad.
De acuerdo con los diarios de la época, Sara Cosío solía frecuentar los restaurantes y entonces centros nocturnos más lujosos de la ciudad de Guadalajara, llegando así a conocer a Rafael Caro Quintero, quien compartía el mismo amor por el lujo y carácter arrebatado.
Se dice que Sara le hizo más de un desplante al narcotraficante, pero poco a poco, terminó involucrada en ese amor imposible, al cual sus padres se oponían rotundamente. Sin embargo, tras el asesinato del agente de la DEA, Enrique ‘Kiki’ Camarena en 1985, Cosío decidió apostarlo todo por su romance y marcharse con Caro Quintero hacia Costa Rica.
Dada la situación, la influyente familia Cosío Vidaurri informó a las autoridades mexicanas sobre un posible secuestro de la joven, aunque más tarde se supo que ella misma se comunicó con sus familiares y les aseguró que se encontraba bien. No obstante, esa llamada fue suficiente para que el gobierno de los Estados Unidos rastreara su ubicación y procediera a la captura de “El Narco de Narcos”, quien desde entonces se mantuvo preso por 28 años hasta el 9 de agosto de 2013.
Sigue más noticias como esta en nuestra sección México
Hasta ahora y aún ante la nueva captura efectuada este 15 de julio, Sara Cosío Vidaurri ha guardado silencio sobre su relación con Rafael Caro Quintero, manejando su vida privada con mucha discreción en medio de la sociedad jalisciense y recordando su pasado con el narcotraficante como algo muy lejano a su realidad actual.