México.- El caso de los tres menores de edad contagiados de rabia en el estado de Oaxaca, ha causado gran desconcierto y preocupación entre la comunidad general, aún más tras confirmarse que uno de los niños murió la semana pasada, mientras que su hermana de 8 años ha sido declarada con muerte cerebral y permanece conectada a un respirador.
Frente a tal situación, científicos mexicanos, especialistas en mamíferos silvestres y zoonosis, lamentaron el caso de los tres niños que habrían sido mordidos por un murciélago en la comunidad Palo de Lima, en Oaxaca, infectados con el virus de la rabia. Además, manifestaron su solidaridad con la familia por la muerte de uno de sus hijos: “Situación que consterna a nuestro país porque implica una pérdida humana irreparable y porque tiene implicaciones para la salud pública y la salud veterinaria”.
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A través de un comunicado de prensa firmado por la Asociación Mexicana de Mastozoología, Asociación Mexicana de Medicina de la Conservación, Programa para la Conservación de los Murciélagos de México y la Sociedad Mesoamericana para la Biología y la Conservación, Capítulo México, entre otros, recordaron que los servicios ambientales que proveen los murciélagos son muchos.
Los expertos destacaron que la polinización de plantas, incluidas las de importancia comercial, la dispersión de semillas que permiten la expansión de bosques y selvas, así como el control biológico de insectos que transmiten enfermedades o que son plagas potenciales de cultivos como el algodón, cítricos y nogales. Agregaron:
El Instituto de Diagnóstico y Referencia Epidemiológicos (InDRE) ha confirmado, mediante pruebas altamente confiables, que el virus de la rabia fue el causante de la lamentable muerte de uno de los menores. Queda pendiente, sin embargo, la identificación de la especie transmisora, lo que permitiría tener mayor certeza sobre el origen del virus y así trazar medidas apropiadas de manejo
Subrayaron que la conducta agresiva es poco frecuente en murciélagos con signos de rabia, ya que la información científica disponible indica que la rabia en murciélagos tiende a provocar cuadros paralizantes y no agresivos. En este sentido se enfatiza:
Excepcionalmente, los murciélagos infectados con el virus de la rabia pueden mostrar conductas aberrantes como encontrarse activos durante el día o entrar incidentalmente en las casas. En estos últimos casos, las mordeduras suelen ocurrir cuando las personas toman a los murciélagos con las manos desnudas.
En caso de tratarse de un murciélago hematófago (que se alimenta de sangre), es poco probable que un mismo individuo haya mordido a varias personas la misma noche. Un murciélago hematófago solamente requiere 15-20 mililitros de sangre por noche para sobrevivir. Además, los murciélagos hematófagos generalmente buscan alimento de manera solitaria, por lo que un ‘ataque’ grupal es improbable.
Detallaron que la mordedura de murciélago hematófago puede ser identificada a partir de su forma y tamaño – pequeño semicírculo de unos 3 milímetros de largo – pero es poco probable que ésta pueda identificarse de manera confiable semanas después de haber sido realizada, ya que cicatrizaría en pocos días:
No se reportó en ningún medio de comunicación oficial que se hayan encontrado manchas de sangre la mañana posterior a la supuesta ‘agresión’ del murciélago a los niños. Los murciélagos hematófagos poseen en su saliva un anticoagulante natural que permite que ésta fluya mientras se alimentan. Al irse el murciélago, habría dejado un rastro de sangre visible en la cama de los menores.
Adicional a esto, científicos mexicanos especialistas en murciélagos agregaron que, según la información disponible, los menores fueron mordidos en cara, brazos, y en la parte inferior de la espalda:
En humanos, los lugares más susceptibles para una mordedura son las puntas de los dedos de manos y pies, los lóbulos de las orejas, la punta de la nariz y ocasionalmente los pezones, zonas altamente irrigadas que suelen mantenerse al descubierto y en las cuales los murciélagos hematófagos podrían tener acceso sin riesgo para que la persona los perciba. Por lo tanto, es improbable que la mayor parte del rostro o el dorso de los menores hubieran sido elegidos por un hematófago como lugar para morder.
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Finalmente, manifestaron que no se puede descartar que el virus haya sido transmitido a los niños a través de la mordedura de un murciélago, pero además de que esto es poco probable, los murciélagos no son los únicos mamíferos silvestres capaces de transmitir la rabia, ya que algunas especies de zorros, zorrillos y mapaches pueden comportarse como portadores durante breves lapsos de tiempo.
