México, DF.- Sería positivo para las mujeres de México que una de ellas presidiera la
Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), afirmó la magistrada
Olga Sánchez Cordero, una situación que podría darse en enero de 2011.
?Nunca ha habido una mujer presidenta de la SCJN, de hecho, son pocos
los países en el mundo en donde hay presidentas de tribunales
constitucionales?, dijo.
Actualmente, mencionó, en España se da esa circunstancia con María
Emilia Casas al frente de la institución, y también en Brasil, donde
sucede por rotación y en este momento ocupa el máximo cargo del Supremo
Tribunal Federal Ellen Gracie, la primera mujer en dicho cargo.
Otro país que ha tenido mujeres al frente de los tribunales
constitucionales es Canadá, recordó Sánchez, no así Estados Unidos, que,
sin embargo, tiene tres mujeres en estos momentos en su máximo
tribunal. Según Sánchez Cordero, en el caso de México ?el tema está
ahí?.
La decisión de quién es presidente depende de los propios miembros de la
Corte, quienes la primera semana de enero votarán para elegir al
sucesor de Guillermo Ortiz Mayagoitia.
Este magistrado ocupa el cargo desde el 2 de enero de 2007, pero
concluirá el próximo 31 de diciembre su período de 15 años en el alto
tribunal.
Actualmente, hay diez miembros de la SCJN tras el fallecimiento del
magistrado José de Jesús Gudiño, y sólo dos son mujeres: Margarita Luna
Ramos y la propia Sánchez Cordero.
?Como mujer, como ministra, como abogada y como mexicana sería una
posición maravillosa?, dijo, en relación con su propio sentir ante la
próxima elección.
La ministra dice que el hecho de que el nombramiento recayera en una
mujer le vendría bien, no nada más a la elegida, sino ?a las mexicanas?
en general.
En el ojo del huracán
Por otra parte, admitió que el Poder Judicial en México está ?en el ojo
del huracán porque la gente se cuestiona por qué de tantos delitos que
se cometen, existen tan pocos sentenciados?.
Sánchez Cordero cree que, con todo y la reforma penal que está en curso, la lentitud en su aplicación está generando problemas.
Una de las expectativas de esa reforma es que haya una verdadera profesionalización de las investigaciones que se realicen.
Evitó pronunciarse, por ser un tema abierto en la Corte, sobre si
debería o no revisarse el Código Penal Militar, que permite la
existencia de un fuero especial para la institución castrense, incluso
en casos donde civiles sean víctimas de militares.
La ministra reconoció que la estrategia contra el crimen organizado,
impulsada por Calderón, con el liderazgo de los militares, está dentro
de los límites que marca la Constitución.