Ciudad del Vaticano.- El Papa Francisco pidió hoy a los empresarios católicos del mundo impulsar una mejor distribución de la renta, generar fuentes de empleo y realizar una promoción integral de los pobres más allá de acciones de carácter asistencial.
La carta tuvo como destinatarios a los participantes del XXVI Congreso Mundial de la Unión Internacional de las Asociaciones de Dirigentes Católicos (Uniapac), cuyos trabajos culminaron este día en Lisboa, Portugal.
En la misiva, el pontífice reconoció que, con cierta frecuencia, los empresarios afrontan situaciones de tensión porque deben tomar importantes decisiones de inversión y de gestión; pero les recordó que eso no los exime de considerar y aplicar criterios para un crecimiento equitativo.
“Cuando una empresa se convierte en una ‘familia’ en la que la administración se preocupa por que las condiciones de trabajo siempre estén al servicio de la comunidad, los trabajadores se convierten, a su vez en fuente de enriquecimiento”, indicó.
De esta manera, continuó diciendo, “se ven animados para poner sus talentos y sus capacidades al servicio del bien común, sabiendo que su dignidad y sus circunstancias son respetadas y no solamente explotadas”.
Más adelante, llamó a los hombres de negocio a guiarse siempre por la regla del bien común, que les permita colaborar en la construcción de una sociedad más humana y fraterna, capaz de “hacer que los bienes de este mundo sean más accesibles para todos”.