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México.– En los últimos años los perros Pug se han convertido en la mascota favorita y la raza más cotizada en la mayor parte de todo el mundo, sin embargo, detrás de esa belleza existe un oscuro “secreto”.
Muchas personas creen o creemos que hablar de crueldad animal es solamente no alimentarlos, violentarlos o abandonarlos, pero es importante destacar que no únicamente eso es el maltrato, sino que hay más formas y lo peor de todo con mucho más crueldad que las anteriores.
La raza Pug con el paso de los años han sufrido manipulaciones genéticas y al momento de su reproducción, solo para que su apariencia sea como la que conocemos ahora.
Cabe señalar que la naturaleza es la que se encarga de que las especies se adapten a un entorno para que puedan procrear de manera adecuada y natural; pero los humanos tuvimos la mala idea de creernos que somos los encargados de modificar la reproducción canina.
Los perros Pug eran muy distintos a los que conocemos ahora, pues su físico era muy similar a los perros de raza mediana, tenían un craneo y hocico bastante grande en comparación de su físico actual, cola angulada y sin forma de rosca, así como patas acordes con su altura, además son de raza china.
Hoy en día esta raza es de nariz plana y chata, una mandíbula demasiado pequeña y fosas nasales reducidas que les provoca dificultad para respirar, tener una temperatura adecuada, dificultades para tragar y hasta reflujo gastroesofágico.
Es importante decir que la feroz reducción de tamaño, junto al aumento de peso y la dificultad para ejercitarse influye mucho en su tendencia a ser obesos.
