México.- Si las condiciones que prevalezcan en los siguientes días continúan siendo favorables, es casi un hecho que la próxima semana llegará con el aviso del posible nacimiento del sistema tropical, con nombre asumido, el número 14 de la temporada de los entre 16 y 22 pronosticados.
El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) informó sobre el seguimiento que mantiene a una perturbación que ya alcanzó el 70 por ciento de probabilidad para desarrollo ciclónico en siete días, y que no tarda en asumirse como una zona de baja presión.
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De seguir así, muy probablemente a mitad de la próxima semana el océano Pacífico y paralelo a la costa tendrá en circulación una depresión tropical de la que se desprenderá Norma, el próximo ciclón que llegará poco después de dos impactos: el de la tormenta Max en Guerrero y el de Lidia como un poderoso huracán cuatro en Jalisco.
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Hasta las 5:00 de la mañana de este sábado 14 de octubre, el SMN indicó que prevé la formación de una zona de baja presión a partir de esta perturbación, al sur de las costas de Michoacán y Guerrero, zonas en las que también debido al paso de una ola tropical y una vaguada monzónica, han mantenido lluvias en los últimos días.
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Por su parte, el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos (NHC por sus siglas en inglés) indicó que mantiene el monitoreo permanente a la perturbación a la que da amplias probabilidades de que crezca a baja presión iniciando la semana.
“Se pronostica que las condiciones ambientales sean propicias para un desarrollo adicional a partir de entonces, y una depresión tropical podría formarse a mediados o última parte de la semana mientras serpentea muy lejos de la costa de México”, detalló el NHC.
Pero ojo, ya que con Norma podría pasar algo similar a lo ocurrido con Lidia, que se mantuvo como tormenta tropical por varios días y teniendo diversos movimientos que le hicieron recalcular su ruta de choque.
Así marca el NHC la perturbación con probabilidad de desarrollo ciclónico en el Pacífico mexicano
Fueron más de 30 avisos los que mantuvieron a la población a la expectativa, pero justo a 24 horas de tu choque con la costa, Lidia pasó de tormenta tropical a un poderoso huracán categoría cuatro. Su posición se movió con un probable impacto en Sinaloa, posteriormente en Nayarit, pero al final se ajustó más al sur y la zona de Las Peñitas, en el municipio de Tomatlán, Jalisco, fue la que le abrió las puertas para su ingreso.
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Pero no fue ese 10 de octubre cuando dicha entidad tuvo la peor cara de Lidia. Durante el impacto las lluvias se concentraron más en Nayarit y Colima, pero dos días después y debido a la inestabilidad que prevalecía en la atmósfera, una lluvia torrencial se precipitó sobre Jalisco, específicamente en Puerto Vallarta, con lo que se demostró una vez más, que no siempre después de la tormenta llega la calma.
