?Durango.- Las casas de 300 comuneros tepehuanos de Piedras Coloradas, del municipio de
El Mezquital, fueron incendiadas por un grupo de 60 hombres armados, quienes
también quemaron dos escuelas, la tienda de Diconsa y el sitio donde se pagaban
los apoyos de Oportunidades. A su paso dejaron 27 camionetas destrozadas por el
fuego.
Los delincuentes asolaron al pueblo el pasado 28 de diciembre, luego de que
se registrará un enfrentamiento entre dos grupos de presuntos narcos que operan
en ese municipio ubicado al sur de esta entidad.
El enfrentamiento ocurrió el domingo 26 de diciembre, cuando un grupo armado
llegó en busca de un hombre de esa localidad, éste repelió la agresión, dejando
a uno de sus agresores muertos.
Los cadáveres quedaron tirados, y a pesar de que comuneros llamaron por radio
a las autoridades municipales y al agente del Ministerio Público para que se
presentara a levantar los cuerpos no hubo respuesta durante día y medio.
El martes 28, los hombres armados regresaron pero esta vez no eran entre ocho
o diez, sino 60, quienes antes de llegar al cerro en el cual se ubica la citada
localidad tepehuana, incendiaron a su paso dos camionetas. Las llamas alertaron
a los pobladores, quienes de inmediato corrieron para evitar ser agredidos por
la gente armada que se acercaba.
Al llegar a la localidad indígena para rescatar el cadáver de su compañero,
los hombres armados quemaron 37 de las 42 viviendas de la misma, también dejaron
en llamas el Colegio de Estudios Científicos y Tecnológicos, la escuela de
educación inicial, la tienda Diconsa y el local de Oportunidades.
Mariano Soto, quien es originario de esa comunidad dice que tras el incendio,
la gente se quedó resguardada detrás del cerro, en sitios donde no pudieran ser
vistos. A la intemperie, en plena sierra con mucho frío. Un total de 300
tepehuanos, se quedaron sin techo, sin bienes y sin comida, durante 13 días,
porque los apoyos del gobierno estatal llegaron hasta el lunes 11.
Explica que las autoridades municipales si fueron notificadas del incidente
del pasado 26 de diciembre, pero como los delincuentes quemaron los radios, no
fue sino hasta que una persona perdió el miedo de enfrentarse con los
narcotraficantes, y decidió buscar ayuda en la capital.
El emisario fue un comunero, a quien le tomó dos días de camino y otras horas
de raid, llegar hasta esta ciudad. Para evitar toparse con quienes les
destruyeron la tranquilidad, optó por evadir la carretera de Piedras Coloradas a
la cabecera de ese municipio serrano.
“Rodeó porque no se puede pasar por el camino a La Flor, salió por otras
partes, para La Flor nadie quiere pasar, ahí están los de los grupos, nadie
camina para allá, porque tienen miedo”, dice Mariano Soto al referirse a la
persona que lo notificó de lo ocurrido, el pasado viernes 7.
13 días a la intemperie
Los comuneros indígenas se quedaron 13 días a la intemperie, en medio del
frío de la sierra que taladra los huesos. Niños, mujeres y hombres, aguardaron
la ayuda que llegó hasta el pasado lunes 11.
El gobierno estatal llevó cobijas, láminas, colchones y comida, cinco días
después de que Mariano Soto acudió a la Secretaría de Desarrollo Social para
solicitar ayuda. La seguridad llegó el sábado de la semana pasada. Un día
después de que el secretario de Seguridad Pública se enterará de lo ocurrido a
finales de diciembre.
Piedras Coloradas es una comunidad que se localiza cerca de la zona limítrofe
de Durango y Nayarit, pero las condiciones del camino de terracería provocan que
para llegar hasta ahí se destinen 10 horas.
El miedo entre los comuneros no se ha ido, y el programa de vivienda para
volver a tener casa, deberá de esperar un tiempo, por ahora tienen láminas para
hacer casas provisionales.
La versión de las autoridades
La mañana de hoy, luego de siete días de tratar de confirmar las versiones
sobre el enfrentamiento en Piedras Coloradas y sobre el incendio de las
viviendas de los indígenas tepehuanos, tanto el gobernador Jorge Herrera
Caldera, como el fiscal general Ramiro Ortiz, confirmaron en entrevistas por
separado, que “40 casas habían sido incendiadas y que había dos muertos,
derivados de un enfrentamiento”.
Para el ex diputado local, Mariano Soto, lo ocurrido es resultado de que tras
un ajuste de cuentas entre dos grupos que operan en esa zona, ninguna autoridad
acudió a hacer el levantamiento de los cadáveres, y permitieron que los malos
regresaran para desquitarse con la gente del pueblo.
Encapuchados queman casas de 300 comuneros en Durango
Un grupo de al menos 60 hombres incendió casas y vehículos en el municipio del Mezquital, ubicado a 12 horas de la capital del estado
Fuente: Internet