Ciudad de México.- A decir del representante de las comisiones de Ganadería, Agricultura y Medio Ambiente de la Cámara de Diputados, Efrain Rocha Vega, lo anterior es sólo una de las consecuencias que ha propiciado la disminución de la población de abejas en nuestro país.
El diputado federal dijo que hasta el año pasado se estimaba una pérdida de 30 por ciento, de dos millones de colmenas contabilizadas en México, pero en Estados Unidos hay una merma superior al 40 por ciento.
El riesgo es cada vez mayor por el uso constante de agroquímicos, pesticidas y neonicotinoides – insecticidas que actúan en el sistema nervioso central de los insectos-, los cuales son altamente tóxicos para las abejas, afirmó
Esa situación ha hecho más latente el fenómeno denominado “colapso de la colmena”, toda vez que la ausencia de las abejas obreras es cada vez más visible en los panales. “Ya no regresan cuando salen a buscar polen y néctar para producir el endulzante e incluso para polinizar”, argumentó.
En cada colmena llegan a trabajar hasta 10 mil insectos durante la temporada de estiaje o de frío, pero en época de floración suman entre 30 mil 40 mil, que son guiados por la abeja reina, comentó el gerente del Comité Nacional Sistema Producto Apícola, Víctor Manuel Abarca Salas.
Cada abeja obrera tiene la capacidad de vivir hasta 90 días durante el invierno y sólo 30 días cuando la actividad apícola es más demandante y, por tanto, el trabajo las desgasta, expuso.
Durante el tiempo de floración -cuando el trabajo es mayor- llegan a producir entre 25 y 30 kilos por colmena. “Esa es la cantidad que se podría estar perdiendo al tener 30 por ciento de la disminución de la población”, remarcó.
Las abejas forman parte de una especie que se caracteriza por su gran capacidad de trabajo y una perfecta organización dentro de las colmenas, en cuyo interior hay tres clases: la reina, la obrera y el zángano.
El diputado federal opinó que si bien la situación anterior afecta de manera directa y económica a unas 40 mil familias mexicanas, también hay problemas que no deben dejarse a un lado y que requieren la implementación de políticas públicas para revertir los daños.
El papel de esos himenópteros es la polinización -que es la transferencia del polen de los estambres al pistilo de la flor- “actividad esencial para producir los frutos que consumimos”, como manzanas, melón, sandia, pepino y aguacate, mencionó.
En la zona manzanera de Chihuahua se poliniza con el apoyo de esos pequeños insectos, empero, han tenido un déficit de colmenas para llevar a cabo ese trabajo durante la primavera, sentenció.
Colmenas inteligentes
Armando Santa María Torres tiene apenas 27 años y se encuentra preocupado por la situación difícil que padecen las abejas. En 2017 diseñó un sistema inteligente de información de valor y monitoreo de colmenas para los apicultores de los estados de San Luis Potosí, Aguascalientes y Zacatecas.
“Nuestra intención es transformar y pasar de la industria apícola tradicional a una de precisión”, comentó el director y fundador de Agronex México, al explicar que con la instalación de sensores se puede alertar de manera oportuna sobre posibles afectaciones alrededor de los panales.
Mediante esa innovación, indicó, los apicultores podrán recibir un mensaje en su teléfono móvil y se les notificará acerca de quiénes tienen la intención de realizar una aspersión de agroquímicos y les permita retirar a tiempo los apiarios.
También se mantienen en contacto con los comités estatales de sanidad, a fin de tener datos precisos sobre el ciclo de aspersiones, e incluso conocer la producción estima de miel dentro de su región.
Con apoyo de la Fundación E, organización orientada a la generación de la cultura emprendedora en el agro mexicano, Santa María Torres ha apoyado a más de mil productores de la zona del Bajío y evitado el colapso de unas 11 mil colmenas en San Luis Potosí.
Buscan repoblar colonias
De los colmenares mexicanos se obtienen tres de cada 100 kilogramos en el mundo, lo que ha colocado la miel de abeja en un lugar privilegiado. Sin embargo, todavía hace falta reforzar el consumo nacional y repoblar las colmenas.
El diputado Efraín Rocha Vega afirmó que en México se consumen 120 gramos per cápita del endulzante, lo que hace patente la necesidad de promover el producto y sus derivados en los hogares, e incluso a través de diferentes programas sociales.
“Si nosotros, como mexicanos, comiéramos una cucharadita de miel cada día, estaríamos consumiendo al menos 48 mil toneladas anuales”, expresó Abarca Salas, al argumentar que ello ayudaría a contrarrestar la compra de productos adulterados y a base de fructosa.
Calculó que tres de cada cuatro frascos de miel son adulterados y puestos a la venta en la Ciudad de México, “Es una afectación enorme” porque no sólo se ingieren productos dañinos para la salud, sino el precio del kilo del endulzante ha bajado hasta en 42 pesos.
Remarcó que el sector apícola tiene el reto de incrementar la producción para consumo local y tener disponible para exportar ya que, de acuerdo con el SIAP, el año pasado se enviaron 27 mil 721 toneladas a 28 naciones.
Rocha Vega confió que el próximo año se pueda contar un presupuesto de al menos 141 millones de pesos, lo que les permitirá impulsar diversos proyectos y repoblar las colmenas de la apis mellifera, la especie más común para la producción de miel en México.