Ciudad de México.- Corría la tarde del domingo 3 de febrero, cuando María Guadalupe se encontraba en la estación Candelaria de la Línea 1 del Metro en la CDMX. De pronto un hombre la tomó del cuello por sorpresa y la subió por la fuerza a un ‘Chevy’ negro.
En el interior de auto, la amarraron, manosearon y amagaron con cortarle un dedo para enviárselo a la familia. Además le revisaron el abdomen y cuando se percataron de su cicatriz de cesárea, exclamaron: “Así ya no nos sirve”.
Gracias a esto, la joven de 20 años fue liberada, no sin antes quitarle sus pertenencias, identificaciones y nuevamente amanezarla si denunciaba a las autoridades.
María se acercó a una patrulla de la Secretaría de Seguridad Ciudadana para exponer su lamentable situación y de inmediato fue trasladada a la ministerial.
La procuraduría busca establecer vínculos de este y otros casos similares en las estaciones de Miguel Ángel de Quevedo, Ciudad Universitaria y Centro Médico de la Línea 3, pues entre los datos proporcionados sobre los agresores, uno de ellos con un tatuaje, concuerda con las otras denuncias.