México.- Este jueves, el Banco Central de México decidió mantener el rumbo de su política monetaria restrictiva, replicando el movimiento realizado en su reunión de febrero. Este ajuste forma parte de un ciclo de recortes iniciado el año pasado, desde el máximo histórico de 11.25% en la tasa clave.
Los miembros de la Junta de Gobierno del banco central votaron por unanimidad en reducir la tasa y dejarla en 9%, además consideran que hacia delante podrían continuar con la calibración de la postura monetaria y considerar ajustarla en magnitud similar.
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La combinación de esta política monetaria y la amenaza de aranceles por parte de Estados Unidos, el principal socio comercial de México, está afectando el crecimiento económico del país. Analistas han comenzado a revisar a la baja sus pronósticos de crecimiento para 2025, reflejando un panorama incierto.
Brendan McKenna, estratega de mercados emergentes de Wells Fargo, destacó que la incertidumbre arancelaria está debilitando la actividad económica en México.
“La incertidumbre está retrasando los proyectos de inversión. El retraso en la toma de decisiones lastra el crecimiento y la actividad, y contribuye a una desaceleración de las perspectivas de crecimiento”, señaló.
El impacto de las tensiones comerciales se intensificó el miércoles, cuando el expresidente Donald Trump firmó una orden para implementar un arancel del 25% a todos los automóviles que no se fabriquen en Estados Unidos. Esta medida podría tener un efecto profundo en el comercio mexicano, dado que las principales exportaciones del país hacia Estados Unidos son vehículos y componentes automotrices.
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Por otro lado, la tasa de inflación en México mostró señales de moderación en la primera quincena de marzo, ubicándose en 3.67%, por debajo del 3.81% registrado en la segunda mitad de febrero, según cifras del Inegi.
La inflación subyacente también alcanzó su nivel más bajo desde mayo de 2020, situándose en 3.56%.
Sin embargo, el Indicador Global de la Actividad Económica (IGAE) descendió un 0.2% en enero, marcando su segundo mes consecutivo de declive. Los analistas prevén que la actividad económica mantendrá un ritmo bajo en los próximos meses, afectada por un consumo más lento y una mayor incertidumbre que podría frenar la inversión.