Villahermosa, Tabasco.- Especialistas en Geografía Física y autoridades ambientales mexicanas
coinciden en la necesidad de realizar obras de infraestructura y
reubicación de habitantes de las áreas costeras de Tabasco que hoy son
carcomidas por la erosión marina, así como por el hundimiento de las
cuencas.
De acuerdo con el investigador del Departamento de Geografía Física de
la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) , Mario Arturo Ortiz
Pérez, hay zonas en el litoral tabasqueño donde el mar gana de cuatro a
seis metros de terreno al año.
El experto atribuyó lo anterior al crecimiento en el nivel de los
océanos por el calentamiento global y al hundimiento de terreno
continental en las cuencas Grijalva y Usumacinta por extracción de
petróleo y agua, lo que exprime y compacta las capas de sedimentos.
Ortiz Pérez, quien participó recientemente en el Congreso Nacional de
Geografía, organizado por la Universidad Tecnológica de Tabasco, refirió
que el ascenso en el nivel del mar se traduce en erosión, mayor
frecuencia de inundaciones y la salinización de suelos y de agua.
‘Ahí sería el punto donde modificamos prácticamente todos los sistemas
naturales y hablamos ya no solamente de un cambio climático, sino de un
cambio global de todas las condiciones, pero esos son los principales
factores en los que se traduce el ascenso del nivel del mar y el
descenso de la posición continental’, abundó.
Asimismo, el investigador recordó que las presas del Alto Grijalva, que
están en Chiapas pero desaguan a la planicie tabasqueña y al mar, juegan
un papel importante.
Detalló que ‘ahora esas presas atrapan sedimentos y se azolvan, cuando
originalmente esa sedimentación llegaba al mar y, al no ocurrir eso, el
Delta no avanza al mismo ritmo del ascenso en el nivel del océano y por
eso se retroceden las líneas de costas por erosión ante un déficit de
energía de la porción continental’.
Para Ortiz Pérez, la única medida viable es que las autoridades evalúen
las tierras que serán afectadas por tales fenómenos en el corto plazo y
en el futuro, para que establezcan políticas adecuadas en términos de
uso de suelo y de costos económicos.
Añadió que deberán tomarse en cuenta asentamientos humanos, zonas
industriales, puertos o infraestructura petrolera, a fin de realizar
obras de infraestructura para contener el ascenso del nivel del mar,
trabajos que representarán un costo social y económico muy grande, pero
donde no hay alternativa.
Además, consideró que se deberá trabajar en medidas de uso restrictivo
en actividades primarias como la agricultura y también detectar lugares
donde no valdrá la pena establecerse, pues la erosión es un proceso
irreversible y allí conviene mejor la retirada.
‘Porque tratar de rescatar terrenos con elevada salinidad cuesta mucho y
no es rentable’, advirtió el investigador de la máxima casa de
estudios.
Sobre el tema, la delegada de la Secretaría del Medio Ambiente y
Recursos Naturales (Semarnat) , Yolanda Cabal Gómez, señaló que hay de
20 a 25 kilómetros de litoral con problemas de erosión.
Las áreas más vulnerables son la Barra de Tupilco, donde la erosión es
permanente y así se mantendrá como consecuencia del cambio climático.
Por ello, estimó que en algunas zonas deberán realizarse obras de
protección y en otras el retiro de pobladores por parte de las
autoridades de Protección Civil, situación que ya ha sucedido en varios
puntos.
‘Creo que hay zonas donde evidentemente el avance puede continuar, el
deterioro existente es importante, y las acciones son más encaminadas a
la seguridad de los pobladores’, expuso.
En entrevista, añadió que ante la complejidad de los hechos, se realizan
estudios para saber qué conviene hacer en algunas zonas donde vale pena
aplicar inversiones para infraestructura.
‘Sé que el gobierno del estado hace algunos estudios al respecto,
Petróleos Mexicanos realiza estudios de dinámica de las mareas, casi
todo esto en coordinación con el gobierno del estado’, mencionó.
En el tema ambiental hay un complejo lagunar, ‘La Machona’, que entró en
contacto con el mar mediante ‘bocanas’ abiertas hace cuatro décadas y
‘la afectación ambiental que pudo suceder ya ocurrió, aunque de abrirse
un nuevo canal en otro punto habrá que medir sus consecuencias en cuanto
a salinización’.
