Santillana del Mar, Cantabria.- El escritor mexicano Héctor Aguilar Camín
cree que la “brutal violencia” que hay en su país es fruto en cierto
modo de “la increíble contradicción” que supone el que Estados Unidos
“prohíba dos de las cosas que más necesita de México”: la mano de
obra y la droga.
“Piden mano de obra y la prohíben; quieren droga pero prohíben su
mercado”, decía hoy Aguilar Camín, uno de los escritores y pensadores más
influyentes del México actual, durante la primera jornada del ciclo
“Lecciones y maestros”, organizado por la Fundación Santillana
y la
Universidad Internacional Menéndez Pelayo.
En México mueren al año por el narcotráfico “de ocho a diez mil
personas, algo parecido en tamaño a la cantidad de homicidios de la Revolución
mexicana”, en cuya “batalla mayor” murieron 8.000 personas,
afirmó el escritor.
La cuarta edición de “Lecciones y maestros” se prolonga hasta el
23 de junio y está dedicada a profundizar en la obra de Aguilar Camín y de los
novelistas españoles Rosa Montero y Manuel Vicent.
La tristeza por la muerte de José Saramago, el pasado viernes, impregnó las
intervenciones iniciales de la jornada, dado que el Premio Nobel portugués
participó en la primera edición de estos encuentros en 2007, junto con Carlos
Fuentes y Juan Goytisolo.
En presencia del presidente del Gobierno de Cantabria, Miguel Ángel Revilla
y de Ignacio Polanco, presidente de la Fundación Santillana,
el rector de la UIMP,
Salvador Ordóñez, recordó la figura de Saramago, “único e irrepetible,
tanto en la literatura como en su compromiso moral”.
Y tras la evocación de Saramago, el escritor mexicano Hugo Hiriart se
encargó de presentar la trayectoria de Aguilar Camín (Chetumal, Quintana Roo,
1946) y de explicar cómo “el arte literario de este artista” brota
del cruce entre la historia, el periodismo y la política.
Destacado ensayista, novelista y periodista, Aguilar Camín dio una lección
de corte intimista en la que confesó que, desde que murió su madre hace cinco
años, escribe “sin fe” en lo que hace y es “otra vez un
principiante en busca de su libro”.
Su madre era “el tribunal invisible” ante el que el autor de
“Morir en el Golfo” comparecía con sus obras en busca de su
aprobación.
Tras la muerte de esa mujer que, con las historias que contaba, le metió en
el cuerpo el gusanillo de la literatura, Aguilar Camín intentó escribir una
novela basada en su propia familia y en “la destrucción” de su padre
por su abuelo, pero no ha conseguido pasar de unos cuantos capítulos.
Desde entonces “la idea misma de ser escritor ha dejado de tener
sentido”, y Aguilar Camín no escribe “sino por gusto o
compulsión”. Y, mientras logra acabar esa novela que tiene entre manos, no
renuncia “a cambiar el pequeño mundo de la vida pública mexicana”.
Para ello nada mejor que la columna diaria que escribe en el diario
“Milenio” desde 2007, según contó en el debate que hubo tras su
intervención.
En ese debate el autor de “La guerra de Galio” se refirió al
“enojo” y a la “molestia” que le produce la situación
actual de su país.
México vive “una estabilidad económica como no había habido antes en
los últimos quince años; una pujanza del desarrollo regional muy notable; una formación
efectiva de clases medias que no existía desde los años sesenta y una violencia
que no habíamos tenido nunca en su brutalidad”, señaló el escritor,
Esa violencia “es fruto en cierto modo de la misma prosperidad de esas
clases medias que ahora pueden consumir drogas y, también, de la gravitación de
México hacia su frontera con Estados Unidos, en busca de trabajo” y de
mercado para las drogas, afirmó el escritor.
“¿Qué hacer por una democracia que no puede agarrar a tiros a las
bandas de asesinos colectivos que andan sueltos por el país?”, se
preguntaba el escritor, para recordar a renglón seguido que hay “más de
20.000 ó 30.000 mexicanos que están dispuestos a matar y a morir por 400 euros
a la semana”.
La forma de acaba con esa “guerra sucia” sería matando a los
asesinos, pero “no hay ninguna ley que permita hacerlo legalmente”,
señaló Aguilar Camín, quien dejó claro que no estaba “reclamando la pena
de muerte”.
La complejidad de una sociedad “más impune políticamente cada vez”
y con “fuertes poderes regionales” que actúan sin control, constituye
“un desafío importante” para Aguilar Camín, que trata de encontrar la
explicación de ese difícil proceso en su columna diaria y en la revista
“Nexos” que dirige. “Ha sido una fuga hacia adelante, pero una
fuga que funciona”.
Aguilar Camín cree que EEUU es culpable en parte de la violencia de México
"Piden mano de obra y la prohíben; quieren droga pero prohíben su mercado": Aguilar Camín
Fuente: Internet