Ciudad de México. La muerte de Fredy, un pequeño de apenas ocho años de edad, ha causado conmoción, y es que trasciende que fue asesinado y por sus mismos familiares.
Fue hace unos días que, de acuerdo a los reportes de las autoridades, Fredy ingresó al Hospital Materno Infantil de Cuautepec, a donde lo llevó su tía bajo el argumento que el niño había salido de casa, y que enseguida no supieron que pasó.
Ahí, en el nosocomio, los médicos nada pudieron hacer por salvarle la vida. Únicamente les quedó confirmar su deceso, y dar aviso a las autoridades, y es que le detectaron en su cuerpo se quemaduras y distintos moretones en la cabeza.
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Hoy, después de anunciarse la detención de su primo, de 17 años de edad, tras estar relacionado como presunto responsable del asesinado, también se brindaron más detalles de lo sucedido aquel día en que Fredy murió.
Fredy Avendaño, un niño de ocho años fue asesinado a golpes en un domicilio, ubicado en la alcaldía Gustavo A. Madero de la Ciudad de México, durante la madrugada del 23 de noviembre; ¡todo porque les quitaba el sueño a sus familiares!.
Todo comenzó porque sus padres lo dejaron la tarde del martes 22 de noviembre bajo el cuidado de sus tíos; en la vivienda también estaban sus primos.
Una de las versiones apunta a que su tía, identificada como Flor “N”, lo encontró tirado en un callejón cercano a su domicilio en la colonia Del Carmen.
Entonces, al verlo lesionado y con quemaduras lo llevó al Hospital Materno Infantil de Cuautepec, donde el personal médico informó que ya no contaba con signos vitales y lo declararon muerto.
Ante ello, la mujer pretendió zafarse de la tragedia. Aunque, cámaras de seguridad hicieron que el caso diera un giro y se ubicó a los presuntos responsables, que son precisamente su tíos identificados como Flor “N” y Rogelio “N”.
Ellos fueron aprehendidos el jueves 24 de noviembre, justo al día siguiente detuvieron a su hijo, Abelardo “N”, de 17 años, primo de Fredy.
Sus tíos, quienes presuntamente estaban en estado inconveniente, azotaron al niño contra la pared porque éste “no dejaba de molestar” y no los dejaba dormir. Enseguida, luego que se percataron que el menor estaba muerto, lo dejaron en el callejón donde fue encontrado.
