Corea del Sur.- El presidente surcoreano Yoon Suk-yeol, quien se encuentra apartado de su cargo desde hace varias semanas, ha salido de prisión luego de que un tribunal de Seúl ordenara su liberación tras considerar que el período legal de su detención formal expiró antes de que fuera imputado a finales de enero.
El sábado 8 de marzo, un día después de que la Corte le permitiera seguir su proceso en libertad, el mandatario de 64 años salió caminando de un centro de detención cercano a Seúl, luego saludó, cerró los puños e hizo una profunda reverencia ante sus seguidores, quienes coreaban su nombre y ondeaban las banderas surcoreana y estadounidense.
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Posteriormente, a través de un comunicado distribuido por sus abogados, Yoon dijo que “agradece la valentía y la decisión tomada por el Tribunal del Distrito Central de Seúl para corregir una ilegalidad”, en una aparente referencia a las disputas jurídicas en torno a su detención.
Además, también agradeció a los simpatizantes que le han estado apoyando desde el momento mismo de su detención y se han mantenido atentos al juicio político que todavía enfrenta por el presunto delito de rebelión.
Es preciso recordar que Yoon Suk-yeol fue arrestado y acusado por la fiscalía en enero por un decreto promulgado el 3 de diciembre para imponer la ley marcial, que sumió al país en una gran crisis política. La Asamblea Nacional, que está controlada por la oposición, votó a favor de abrir un juicio político en su contra, lo que hizo que fuese suspendido del cargo.
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Es así que, si el Tribunal Constitucional ratifica la destitución, Yoon Suk-yeol será cesado oficialmente del cargo como presidente y se celebrarán elecciones para elegir a su sucesor en un plazo de dos meses. Asimismo, en caso de ser declarado culpable por el delito de rebelión, podría enfrentar una condena de pena de muerte o de cadena perpetua.
