Mongolia.- Un total de 158 personas se encuentran bajo observación de las autoridades médicas de Mongolia después que a finales de abril se registraran, en la provincia occidental de Bayan-Ölgiy, dos muertes causadas por peste bubónica.
Entre los individuos en observación se cuentan varios turistas de países europeos, así como de Japón, EE.UU. y Rusia, que no pueden abandonar la zona debido a la cuarentena establecida el 30 de abril por las autoridades locales.
Según se detalló a TASS desde la Embajada rusa en Mongolia, la cuarentena fue inicialmente decretada hasta el 6 de mayo, no obstante, varios medios informan que el Gobierno declaró luego un período de “cuarentena indefinida” para evitar que se propague la enfermedad. Para este lunes, los 17 turistas rusos que se hallan en dicha provincia aún no habían podido abandonar la zona.
“No tienen ningún problema de salud, estamos en contacto con ellos y les brindamos toda la asistencia necesaria”, añadieron desde la legación rusa en Mongolia.
En el marco de las actividades de cuarentena, a principios de mayo un grupo de paramédicos tuvo que intervenirb y aislar un avión procedente de la provincia de Bayan-Ölgiy tras su aterrizaje en el Aeropuerto Internacional Gengis Kan de Ulán Baton (Mongolia), los servicios de emergencia abordaron la aeronave por temor a un brote de peste bubónica. Mientras algunos pasajeros solamente fueron examinados cerca del aeropuerto, otros fueron enviados al hospital para ser sometidos a un chequeo médico más exhaustivo.
Las víctimas directas de la enfermedad son, hasta ahora, dos personas: una pareja de ciudadanos de Mongolia que murieron tras consumir la carne de una marmota salvaje infectada con la bacteria Yersinia pestis, que provoca la peste bubónica.
El hombre cazó una marmota, comió un poco de su carne y se la ofreció a su esposa embarazada. Él falleció el 27 de abril y ella tres días después, dejaron cuatro hijos, de entre dos y 13 años.