Estados Unidos. En Estados Unidos se registró un terrible asesinato; un niño de apenas tres años de edad murió increíblemente en manos de su propia madre, una joven de 25 años de edad.
Según se explicó, la homicida identificada como Ivey Marie Lewis, habría asesinado a su hijo como un castigo por haber orinado en la cama, esto en su hogar de la ciudad de Tacoma; ocurrió el pasado 12 de febrero.
Aquel día se pidió auxilio a las autoridades a través del número de emergencia 911, por parte de un conocido de Ivey, quien reveló que el menor de edad no respondía.
Tras arribar al lugar señalado y realizar las inspecciones necesarias, detectives revelaron que encontraron múltiples lesiones en el pecho, los costados, los brazos y piernas del niño, las cuales habrían sido causadas al ser golpeado con algún objeto.
“Su rostro estaba descolorido y magullado con varios cortes, además tenía marcas de quemaduras “en la totalidad de su cara”, precisaron.
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En el proceso de investigación, en un primer momento la madre señaló que su hijo chocó contra la pared varias veces, generándose algunos golpes en la cabeza. Dijo, esto lo hacía con regularidad.
Después de ello, Ivey Marie Lewis reconoció que había consumido drogas, específicamente mariguana y metanfetaminas. Las condiciones en que la dejan las drogas la llevaron a golpear al menor con un cinturón y un cable eléctrico por haber mojado la cama.