Nicaragua.- Las tensiones de Daniel Ortega con las instituciones religiosas en Nicaragua han escalado a un nuevo nivel, pues ahora el mandatario ha evidenciado también sus discordancias con el Vaticano, hasta el punto de solicitar a la Santa Sede que cierre sus sedes diplomáticas en el país.
Anteriormente, durante el mes de febrero, Ortega se refirió a la iglesia como una “mafia” y la acusó de ser antidemocrática por no permitir que los católicos elijan por voto directo al papa, a los cardenales, a los obispos y a los sacerdotes.
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Estas declaraciones provocaron gran incomodidad entre los creyentes, e incluso en el sumo pontífice, quien expresó en entrevista que el régimen del mandatario es como una “dictadura grosera”. El Papa Francisco expresó:
Es una cosa que está fuera de lo que estamos viviendo, es como si trajeran la dictadura comunista de 1917 o la hitleriana del 35… Son un tipo de dictaduras groseras. O, para usar una distinción linda de Argentina, guarangas.
Ahora, se ha dado a conocer que Nicaragua efectuó una petición a la Santa Sede para el cierre de las sedes diplomáticas respectivas; específicamente, aluden al cierre tanto de la nunciatura, representación vaticana en el país del presidente Daniel Ortega, y la embajada nicaragüense ante la Santa Sede.
Cabe señalar que, antes de conocerse esta ruptura, las relaciones diplomáticas entre El Vaticano y Managua ya se encontraban estancadas debido al contexto de persecución religiosa en dicho país latinoamericano. Y es que Nicaragua no tiene embajador ante la Santa Sede desde el 21 de septiembre de 2021, cuando Ortega canceló el nombramiento de Elliette Ortega Sotomayory, por lo que ahora solo cuenta con una ministra consejera.
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Esto se suma a la oleada de polémicas que enfrenta el régimen de Daniel Ortega en Nicaragua, pues el país ha iniciado una suerte de persecución en contra de la iglesia, e incluso la ONU advierte sobre una posible violación de los derechos humanos en su territorio.