Estados Unidos. Luego que a mediados del año pasado el ex gobernador de Arizona, Doug Ducey, mandara colocar varios contenedores de carga a lo largo de siete kilómetros como muro fronterizo entre Estados Unidos y México con costo aproximado de 100 millones de dólares, este fin de semana empezaron los trabajos para poder retirarlos.
Además de ser duramente criticados por organizaciones ambientales y por Derechos Humanos, y tras ser colocados en un área federal, opositores apuntaron que el terreno era tan difícil de cruzar que los traficantes de personas en realidad jamás habían usado ese tramo.
Entre las críticas de las Organizaciones ambientales estaba la que impedía el paso de especies amenazadas, como jaguares y ocelotes, a ríos y zonas de apareamiento.
Te podría interesar leer: ¡Biden en la mira! Hallan tercer paquete de documentos clasificados en su residencia de Wilmington
Asimismo, la colocación de los contenedores a dos no estaba bien instalada para impedir el paso, pues no se alineaban lo suficiente y dejaban espacios entre caja y caja por donde fácilmente podría cruzar una persona grande.
Hasta el 2017, México estaba separado de Estados Unidos por una barrera física muy pequeña, en la actualidad existen cercas que se elevan hasta los nueve metros de altura.
Antes de la llegada de los contenedores en el Bosque Nacional Coronado, la frontera estaba demarcada por un alambrado.