Estados Unidos. Tras la muerte del presidente de Irán, Ebrahim Raisí, el pasado domingo cuando el helicóptero en que viajaba se desplomó presuntamente por una falla mecánica, el Gobierno de Estados Unidos externó sus condolencias y señaló que el mandatario iraní tenía las manos machadas de sangre.
El portavoz de la Casa Blanca, John Kirby, declaró que el mandatario iraní tenía las manos manchadas de sangre porque era responsable de abusos atroces a los derechos humanos en Irán y por apoyar a grupos en la región como Hamás
Sin embargo, Kirby señaló que como en cualquier otra situación, Estados Unidos lamenta la muerte y ofrece condolencias oficiales como corresponde.
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Asimismo, el Papa Francisco transmitió su pésame al líder supremo iraní, el ayatola Ali Jamenei, por la muerte del presidente Raisi.
“Confiando las almas de los fallecidos a la merced del Todopoderoso, y con las oraciones por aquellos que lloran su pérdida, especialmente sus familias, transmito la garantía de la proximidad espiritual a la nación en estos difíciles momentos”, añadió el papa a través de redes sociales.
Raisi será sustituido por el vicepresidente primero, Mohammad Mokhber, hasta la elección de un nuevo mandatario en un plazo de 50 días.
