Colombia.– El día de ayer martes el fiscal paraguayo antimafia Marcelo Pecci fue asesinado por dos pistoleros que llegaron en motos acuáticas hasta el sitio donde se encontraba en Colombia, según informes oficiales.
Los hechos ocurrieron en el Caribe colombiano, cerca de Cartagena, donde pasaba su luna de miel con su esposa la periodista Claudia Aguilera.
De acuerdo con información de su esposa el fiscal Pecci, de 45 años, murió después de recibir dos disparos en la isla Barú, una zona turística y exclusiva del norte de Colombia.
“Dos hombres atacaron a Marcelo. Venían en una pequeña embarcación, o un jet sky, la verdad no lo vi bien”, comentó Aguilera para un periódico local.
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Es importante mencionar que la policía de Colombia anunció una recompensa equivalente a unos 488 mil dólares por información que proporciones y permitan la captura de los asesinos.
Así mismo tanto helicópteros, buzos, peritos, expertos en dactiloscopia como fiscales especializados hacen parte del cuerpo de investigación a cargo del caso.
Por su parte el subsecretario de Estado para Asuntos del Hemisferio Occidental de Estados Unidos, Brian Nichols, escribió en un tuit que su país “condena el asesinato del fiscal”.
“Estados Unidos condena el asesinato del fiscal paraguayo Marcelo Pecci. Reafirmamos nuestro compromiso y determinación de trabajar con las autoridades paraguayas y de todos los países del continente, en la lucha contra el crimen organizado.”, tuiteo Brian Nichols.
Marcelo era fiscal especializado contra el Crimen Organizado, Narcotráfico, Lavado de Dinero y Financiamiento del Terrorismo.
De acuerdo con la prensa local que informó que el funcionario formaba parte de un operativo llamado “Ultranza”, dirigido en contra del narcotráfico y el lavado de dinero. Además de que estuvo involucrado en la investigación sobre un atentando el cual ocurrió en enero durante un concierto en Paraguay.
Cabe señalar que la carrera de Pecci en el Ministerio Público empezó en el año 2000, cuando ingresó como asistente, según medios locales, pero fue a partir de 2009 cuando inició su trabajo como fiscal.
Así mismo también participó en el pasado reciente en la investigación sobre el asesinato de la hija de un gobernador regional, así como en el caso del exfutbolista brasileño Ronaldinho, cuando este fue detenido al tratar de entrar a Paraguay en 2020 con un pasaporte adulterado.