Tennessee, EU.- La mañana del 11 de septiembre de 1985, un anciano descubrió un extravagante cadáver frente a su propiedad, se trataba de Andrew Thornton, un ex oficial de narcóticos convertido en paracaidista contrabandista, el hombre portaba lentes de visión nocturna y varias armas.
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Había estado transportando drogas desde Colombia dejando contenedores de plástico llenos de cocaína en el Bosque Nacional Chattahoochee, pero aquel tuvo la mala suerte de que su avión se estrellara y su paracaídas no abriera.
A los 3 meses del accidente, un guardabosques del Bosque Nacional Chattahoochee en Georgia, descubrió el cadáver de un oso negro de 79 kg rodeado de al menos 40 paquetes con restos de cocaína. Más tarde el forense determinaría las causas de la muerte:
“Su estómago estaba literalmente lleno hasta los topes de cocaína. No hay ningún mamífero en el planeta que pueda sobrevivir a eso. Hemorragia cerebral, insuficiencia respiratoria, hipertermia, insuficiencia renal, insuficiencia cardíaca, accidente cerebrovascular. Lo que sea, ese oso lo tenía”.
Una vez terminada la autopsia, fue sometido a taxidermia y comenzó un extraño viaje a través de varios propietarios diferentes. Finalmente, el cuerpo de Pablo EskoBear acabó en el centro de visitantes en el Área Recreativa Nacional del Río Chattahoochee.
La historia de este singular mamífero tendrá una película que será dirigida por Elizabeth Banks.