Estados Unidos.- Un oficial de transporte de prisioneros fue declarado culpable frente al tribunal federal del Distrito Oeste de Missouri por el crimen de agredir sexualmente a una reclusa al usar su posición y autoridad para el cometido.
El Departamento de Justicia de los Estados Unidos publicó el comunicado oficial de los hechos este martes, donde se informa que el ex oficial de transporte de prisioneros, Rogeric Hankins, de 37 años, abusó de su posición de confianza y autoridad al agredir sexualmente a una detenida que estaba bajo su custodia mientras la transportaba a través de Missouri.
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La Federal Teresa Moore para el Distrito Oeste de Missouri anunció en el reporte que dicha violación de los derechos civiles no sería tolerada por el Departamento de Justicia, y todavía si viene de parte de un poder oficial utilizado con el fin de abusar a las personas, en este caso de los encargados de prisioneros.
“Una violación tan violenta de los derechos civiles no será tolerada por el Departamento de Justicia” dijo la Fiscal Federal Teresa. “Las personas que ejerzan su poder oficial para violar y agredir a las víctimas a su cargo serán responsables de su comportamiento delictivo”.
La denuncia del crimen fue dada por la reclusa cuya identidad está sin darse a conocer por su protección y privacidad, quien contó a las autoridades que la violación sucedió el pasado 31 de marzo de 2020.
Según investigaciones de autoridades y declaraciones de la víctima, Hankins se encontraba trabajando como un oficial privado de transporte de prisioneros bajo la Corporación de Servicios para Reclusos, y su función era recoger a las personas detenidas con órdenes de arresto fuera del estado y trasladarlas de regreso a las jurisdicciones que emitieron las órdenes de arresto.
En la fecha del abuso, Hankins había recogido a la reclusa desde una cárcel en Olympia, Washington, para llevarla directa a St. Paul, Minnesota.
Sin embargo, en el transcurso del viaje, el transportista detuvo la camioneta en una gasolinera en Joplin, Missouri, donde llevó a la víctima a que usara el baño. Una vez que la reclusa dejara el baño de mujeres, Hankins le dijo que se dirigiera al baño de hombres, en el cubículo más alejado. Al estar dentro, Hankins comenzó a tratar de levantar la camisa de la víctima. Entre la resistencia opuesta por la mujer, al final fue obligada a realizar el acto sexual.
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Por valentía de la víctima, en cuanto su viaje hacia Minnesota concluyó, esta fue enseguida a denunciar la violación con las autoridades correspondientes, quienes procedieron con las labores posteriores.
“Reconocemos el coraje de esta sobreviviente que denunció los crímenes atroces de la acusada tan pronto como la dejaron en Minneapolis”, dijo la fiscal general adjunta Kristen Clarke de la División de Derechos Civiles del Departamento de Justicia. “El trabajo de un oficial de transporte privado de prisioneros es mantener seguros y protegidos a los que están bajo su custodia, y este acusado hizo lo contrario. El Departamento de Justicia se compromete a responsabilizar a cualquier persona que desempeñe una función de aplicación de la ley cuando abuse de su autoridad para perpetrar crímenes tan atroces”.
Ante el crimen realizado, el Departamento de Justicia de los Estados Unidos informa que Rogeric Hankins podría enfrentarse a una pena de hasta 10 años de prisión, tres años de libertad supervisada obligatoria y una multa de 250.000 dólares, esto después de pronunciarse la culpabilidad del sujeto.
