Estados Unidos.- Aproximadamente en 2003, en Austin, Texas, se reportó un caso que conmocionó desde un vecindario y a nivel internacional respecto a la trágica muerte de un pequeño de 21 meses. No obstante, el fallecimiento del bebé no fue lo que impresionó a miles de personas, sino la condena impuesta a una mexicana señalada como supuesta responsable de su deceso.
A pesar de las acusaciones levantadas en ese día, Rosa Jiménez, condenada en Texas a pasar 99 años en la cárcel, fue exonerada después de que un fiscal del condado de Travis desestimara todos los cargos en su contra.
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La Oficina del Fiscal de Distrito del Condado de Travis realizó un trabajo profundo de investigación en las pruebas, tomando como base la unidad de víctimas especiales, división de juicios y de condenas para determinar el dictamen.
En aquel tiempo se reporta que Rosa Jiménez, en ese entonces de 20 años que estaba embarazada y cuidaba de su hija de un año, trabajaba como niñero cuando en uno de sus encargos se le fue asignada a supervisar a Bryan Gutiérrez, de 21 meses, mientras sus padres no estaban en casa.
Aunque más tarde sería acusada de “asesinar al niño” cuando se informó que Jiménez encontró a Bryan atragantándose con toallas de papel, sufriendo una lesión cerebral grave debido a la falta de oxígeno y falleciendo tres meses después a pesar de que Rosa Jiménez intentó en un principio ayudar a que el niño expulsara el papel de la boca.
Tras la declaración hecha por ella, la policía local no le creyó y fue condenada a pasar 99 años de cárcel en 2005, después de que la Fiscalía dijera que no había manera de que el bebé hubiera podido atragantarse solo con las toallas sino que la mexicana le introdujo las toallas de papel en la boca.
Afortunadamente la historia no concluyó hasta ahí, pues tiempo después el caso volvió a abrirse gracias al Proyecto Inocencia a través de varias solicitudes por activistas que apelaban que Jiménez no había hecho nada malo y con la esperanza de liberarla de “un crimen que ni siquiera ocurrió”.
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Expertos pediátricos aportaron al caso de Rosa Jiménez argumentando que no era posible el incidente, lo que ayudó a que Rosa Jiménez fuese liberada de la prisión en 2021 y que los testigos del juicio de 2005 llegaron a una conclusión “incorrecta”.
En mayo pasado la Corte de Apelaciones en lo Penal de Texas anuló la condena de 2005 y dictaminó que la Fiscalía había utilizado testimonios falsos y engañosos para obtener su condena.
Este lunes la Fiscalía de Travis ha cerrado definitivamente el caso al presentar una moción para desestimar los cargos contra Jiménez.
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