Estados Unidos. Pasan los días, las horas, y no se tienen buenas noticias sobre el submarino que el pasado domingo ingresó al mar en un viaje hacía el fondo para ver de cerca los restos del Titanic, el famoso transatlántico británico que naufragó en las aguas del océano Atlántico durante la noche del 14 y la madrugada del 15 de abril de 1912.
Y aunque los operativos de búsqueda se mantienen para dar con este sumergible y por tanto con sus cinco tripulantes, hay datos que justo hoy revelan las pocas posibilidades que se tienen para el rescate.
Primeramente, es importante mencionar que quedan –esta noche de miércoles- alrededor de nueve horas para que se les acabe el oxígeno a los tripulantes, después de ese tiempo habría complicaciones en sus vidas.
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Bajo una buena expectativa, donde se les lograra ubicar pronto, tiene que brindarse ayuda para llevarla de nuevo a la superficie, lo que tardaría horas. Se encuentran a 4 mil metros de profundidad.
Permanecer en el fondo del mar, a donde viajó el submarino, representa estar en un entorno completamente oscuro y frío, con temperaturas que rondan los 2 ºC; aunado a ello, están bajo una presión extrema, alrededor de unas 400 veces la presión que las personas experimentan al nivel del mar.
La tripulación no tiene manera de salir por su cuenta, el sumergible está sellado, de tal manera que dependen totalmente de la mano humana para poder abrir la compuerta. Esto podría suceder únicamente ya estando en la superficie.
“Estamos en medio de la operación, no sabemos cómo va a evolucionar la situación. A veces no encontramos lo que estamos buscando y en ocasiones tenemos que sopesar múltiples factores, una vez que se consideran todos esos factores hay que tomar decisiones incluso difíciles, aún no hemos llegado a ese punto, cuando lleguemos conversaremos con las familias”, señaló la Guardia Costera de Estados Unidos.
