Estados Unidos. A partir de mediados de febrero, el Distrito Escolar Unificado de Los Ángeles (LAUSD) implementará una estricta prohibición del uso de teléfonos móviles, relojes inteligentes y otros dispositivos conectados a internet en todas sus escuelas secundarias e intermedias. Esta decisión, que busca reducir las distracciones tecnológicas y promover una mayor concentración en las clases, forma parte de un esfuerzo por mejorar el entorno educativo de los estudiantes.
El superintendente Alberto Carvalho destacó que la medida responde a la creciente preocupación sobre la “adicción” de los estudiantes a sus dispositivos, lo que ha interferido con su rendimiento académico y su interacción social. “Es evidente que esta adicción debe ser eliminada”, afirmó Carvalho, subrayando la urgencia de la intervención.
Aunque la ley estatal de California, conocida como la “California’s Phone-Free Schools Act”, exige que los distritos escolares presenten sus políticas para restringir el uso de celulares antes de 2026, Los Ángeles ha decidido acelerar el proceso.
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De hecho, la nueva política ya ha superado los requisitos de la ley y comenzará a aplicarse el 18 de febrero, tras el fin de semana del Día de los Presidentes. A pesar de que 50 escuelas dentro del distrito ya habían adoptado restricciones similares, ahora la normativa se extenderá a todos los planteles secundarios, excluyendo las escuelas primarias donde el uso de dispositivos móviles es poco común.
La medida, aprobada inicialmente por la Junta de Educación en junio del año pasado, establece que los estudiantes deberán guardar sus teléfonos apagados durante toda la jornada escolar, desde la campana de entrada hasta la de salida, incluyendo las pausas de almuerzo y descansos entre clases. Los teléfonos podrán usarse únicamente en el trayecto hacia o desde la escuela, como cuando se viaja en autobús.
Para implementar esta normativa, el LAUSD ha dado flexibilidad a cada escuela para elegir cómo manejar el control de los dispositivos, con opciones como guardar los teléfonos en las mochilas durante el día. Esta política es uno de los cambios más significativos en el sistema educativo local y busca alinearse con la tendencia global de reducir el uso de tecnología.