Roma. El cardenal Kevin Joseph Farrell ocupa desde 2019 el cargo de camarlengo de la Iglesia Católica, un rol clave en la gestión del período de Sede Vacante, cuando la muerte del Papa requiere la elección de un sucesor. Su principal responsabilidad es garantizar el secreto absoluto de las deliberaciones del cónclave, un proceso que se lleva a cabo en la Capilla Sixtina. Farrell controla el acceso de los votantes y se asegura de que ninguna interferencia externa altere la elección.
Estas funciones están reguladas por los documentos Universi Dominici Gregis y la reforma Praedicate Evangelium, promulgada por el papa Francisco en 2022.
El inicio de sus funciones como camarlengo incluye la certificación del fallecimiento del Pontífice, la custodia del sello papal y la organización del traslado del cuerpo del Papa hacia la Basílica de San Pedro.
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Nacido en Dublín, Irlanda, el 2 de septiembre de 1947, Farrell comenzó su formación religiosa con los Legionarios de Cristo antes de estudiar en la Universidad de Salamanca y, más tarde, en Roma, donde se graduó en Teología Dogmática y Pastoral. También obtuvo una Maestría en Administración de Negocios en Estados Unidos.
Ordenado sacerdote en 1978, trabajó en México y luego en Estados Unidos, donde fue nombrado obispo auxiliar de Washington en 2001. En 2007 asumió la diócesis de Dallas y ocupó varios cargos importantes, como canciller universitario. En 2016, el Papa Francisco lo creó cardenal.
Desde 2022, dirige el Comité de Inversiones del Vaticano y, en 2024, fue nombrado presidente del Tribunal de Casación del Estado Vaticano. Además, su hermano Brian Farrell también desempeña un cargo importante en la Curia romana como obispo emérito.