Estados Unidos.- La historia de Kaylee Muthart ha vuelto a tomar protagonismo en redes sociales, pues se cumplen cinco años desde que la joven, quien se encontraba bajo los efectos de las drogas, tuvo un episodio psicótico y terminó arrancándose los ojos a sí misma, lo que transformaría su vida para siempre.
Todo comenzó cuando Kaylee tenía tan sólo 17 años de edad, época en la que la joven oriunda de Carolina del Sur, Estados Unidos, fue diagnosticada con arritmia y bipolaridad. La depresión la llevó a beber en exceso y luego se adentró en el mundo de las sustancias nocivas, haciéndose adicta a las metanfetaminas.
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Un día, mientras se encontraba bajo los efectos es esta droga, la joven que se consideraba a sí misma como muy religiosa, tuvo la “revelación” de que debía “sacarse los ojos para salvar a la humanidad”, lo cual ella procedió a hacer con sus propias manos mientras se encontraba frente a una iglesia.
Otra mujer que se encontraba trabajando en la iglesia, a unos metros de donde se encontraba Kaylee, presenció la horrible escena y llamó al 911, pero a pesar de ser trasladada de inmediato a un hospital, los médicos no pudieron hacer nada para salvar su visión.
Después del trágico episodio, Kaylee fue sometida a una operación para limpiar la zona de los ojos. Y luego, tras su recuperación, fue internada en una clínica psiquiátrica, pues ha tenido que aprender a vivir sin su visión y tratar su adicción a este tipo de sustancias.
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Pero lejos de que aquella experiencia definiera el resto de sus días, Kaylee Muthart la utilizó para seguir adelante, ya que ahora, tras superar su rehabilitación y teniendo 21 años de edad cuenta su historia para ayudar a otras personas que tienen problemas con las drogas. Aunque aún se considera una “adicta en recuperación”, esta mujer afirmó para la revista People:
(…) no fue difícil estar sobria porque las drogas me quitaron algo y cuando te quemas con fuego aprendes a no volver.