Qutaiba/Irán.- Los mapas indican que esta fortaleza estilo castillo está ubicada en
Irán, pero el tiempo y las arenas del desierto borraron los límites y
ahora son guardias iraquíes los que reclaman a Qutaiba como propia.
Los funcionarios forman parte de los operativos para incrementar la
seguridad a ambos lados de una frontera larga y poco definida. Tan sólo
en la provincia de Wasit oriental, que colinda por 186 kilómetros con
Irán, Irak está construyendo cuatro fuertes más.
Teherán también está creando nuevos puntos de control, como lo
evidencian estructuras a medio terminar que se divisan desde el lado
iraquí.
Las crecientes tensiones son el resultado de un gobierno iraquí que está
en el limbo, en momentos en que los soldados estadounidenses se
aprestan a dejar el país luego de ocho años de guerra. Al mismo tiempo,
los iraquíes están alertas ante una potencial agresión por parte de Irán
tras dos incursiones en menos de un año.
”Aquí la región es como una selva: el más fuerte se come al más
débil”, dijo el general de brigada iraquí Sami Wahab, quien supervisa
el punto de entrada en Zurbatiya, el cruce oficial de peatones más
grande entre Irak e Irán.
”Si el gobierno iraquí sigue retrocediendo y llega a un nivel en el que
se puede decir que se trata de un país frágil, habrá una gran
posibilidad de que Irán venga”, dijo Sami. ”Pero nosotros no tenemos
cañones para responder, no tenemos jets para bombardear. Es por eso que
el pueblo iraquí está asustado”.
Irán e Irak, enfrentados militarmente en el pasado, han mantenido una
relación tensa en los últimos años. Pocos expertos esperan una invasión
de gran escala parecida a la ocurrida en la guerra entre los dos países
que empezó en 1980 y duró ocho años, pues ambas naciones tienen su
atención centrada en problemas internos.
Gobiernos encabezados por chiítas tanto en Bagdad como en Teherán han
abierto camino a una normalización de las relaciones desde el
derrocamiento de Sadam Hussein en el 2003, quien era sunita.
Pero aunque las incursiones iraníes en Irak no conlleven a una invasión,
son una forma en la que Irán demuestra su dominio en la región.
Entretanto, Estados Unidos considera que Irán representa una grave
amenaza. Un funcionario de inteligencia que pidió no ser identificado
dijo que le preocupa que Irán esté dispuesto a darle a cualquiera, ya
sea un grupo terrorista o un criminal común, los componentes necesarios
para fabricar bombas u otro tipo de armas que luego servirían para crear
la imagen de un Irak inestable.
Bajo el mando de Sadam Hussein, Irak se presentaba como un país líder en
el mundo árabe, lo que llevaba a tensiones con Irán; pero si el
gobierno iraquí no se consolida, Irán no atacará, dijo un analista
político de la Universidad Azad de Teherán.
”Irán ya tiene mucha influencia sobre Irak”, dijo el analista Ahmad
Bakhshayesh en una entrevista. ”Por lo que no necesita realizar
ofensivas en la frontera”.
Sin embargo, Irak está protegiendo con celo su soberanía y son muchos
los funcionarios que creen que Irán está intentando aprovecharse de la
debilidad de su vecino, que no ha logrado formar un nuevo gobierno seis
meses después de celebrar elecciones legislativas.
”A Irán le gusta ocupar territorios. Quieren seguir expandiendo su país en el Medio Oriente”, dijo el mayor Raad Awad.
Las dos invasiones en Irán, especialmente la toma de un pozo petrolero
en el sur del país en diciembre, animó a los iraquíes a buscar
entrenamiento por parte de las tropas estadounidenses para defenderse de
una invasión o prevenir que esta ocurra en primer lugar. La segunda
incursión ocurrió en mayo.
Desde hace al menos un año, Bagdad y Teherán han intentado volver a
determinar los límites de su frontera de mil 458 kilómetros. Los últimos
linderos reconocidos internacionalmente fueron dibujados en 1975, pero
estos han sido poco respetados desde la guerra entre los vecinos.
La separación es tan vaga que los pilotos estadounidenses se guían por
los fuertes iraquíes en la frontera para evitar entrar en el espacio
aéreo de Irán.
En marzo, un equipo de generales e ingenieros de los dos países
empezaron a recorrer la frontera para demarcarla, pero el viceministro
de Exteriores iraquí, Labid Abaui, ha dicho que hasta el momento no se
ha logrado grandes resultados.
Entretanto. en la frontera, repleta de campos minados y metralla dejada
tras la guerra entre Irán e Irak, la alerta se mantiene.
”Puede que crucen la frontera porque son un país fuerte”, dijo el
teniente primero Hassan Faisal. ”Irán no quiere que Irak sea un país
fuerte”.