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Estados Unidos.- De historias completamente insólitas está colmada la internet, pero no hay duda alguna de que el caso de Tom Jozsi, un hombre de 60 años en Illinois, ha resultado completamente impactante, e incluso ha hecho que muchas personas teman volver al dentista. Y es que este sujeto estuvo a punto de perder un pulmón luego de hacerse un chequeo dental.
Jozsi cuenta que el pasado mes de marzo realizó una visita de rutina al dentista para checar que todo estuviera en perfectas condiciones, pero en el momento que el especialista se disponía a empastarle una pieza dental, el hombre se tragó inesperadamente una parte del utensilio, puntualmente la fresa del taladro de su odontólogo.
Dado el incidente, Tom Jozsi debió visitar un centro hospitalario para que le retiraran la pieza, pero una vez allí descubrió que no tragó la pieza, sino que la inhaló, por lo que el trozo de 2.5 centímetros terminó incrustándose en uno de sus pulmones. El hombre explica: “En realidad, ni siquiera sentí que bajara. Lo único que sentía era algo de tos. Cuando me hicieron el escáner se dieron cuenta de todo: ‘No te lo tragaste. Lo inhalaste”
Pero las cosas parecían ponerse cada vez peores, ya que según el doctor Abdul Alraiyes, del Aurora Medical Center-Kenosha de Wisconsin, la pieza había llegado tan profundo que no se podía alcanzar con los endoscopios normales. Así que, de no poderlo extraer, tendrían que extirparle parte del pulmón.
Por fortuna el equipo de médicos decidió emplear una novedosa tecnología diseñada para la detección temprana del cáncer y de este modo, lograron sacar la pieza del taladro incrustada en el pulmón, sin lastimar ninguna de las partes de Jozsi. Finalmente, el implicado cerró su testimonio diciendo: “Nunca fui tan feliz como cuando abrí los ojos y lo vi con una sonrisa bajo esa máscara agitando un pequeño recipiente de plástico con la herramienta”
