Estados Unidos. La incertidumbre comercial vuelve a sacudir a la industria automotriz norteamericana. La posibilidad de que Estados Unidos imponga un arancel del 25 por ciento a los vehículos importados desde México y Canadá ha encendido las alarmas entre fabricantes y analistas financieros.
Un informe de Fitch Ratings advierte que esta medida podría elevar costos, afectar cadenas de suministro y perjudicar las calificaciones crediticias de las principales automotrices.
Donald Trump, presidente de Estados Unidos, reavivó el temor en el sector tras sus recientes declaraciones sobre la manufactura automotriz en México.
“En México están construyendo plantas de automóviles por todos lados para fabricar coches y venderlos en Estados Unidos. Yo digo: ‘de ninguna manera, no van a hacer eso’. Vamos a imponer granes aranceles a esos automóviles”.
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Empresas como General Motors, Honda, Nissan y Stellantis, que dependen en gran medida de la producción en México, serían las más afectadas. Ante este panorama, los fabricantes han comenzado a evaluar estrategias como ajustes en precios, optimización de costos y diversificación de proveedores.
De acuerdo con el Inegi, la exportación de autos ensamblados en México cayó un 13.7 por ciento interanual en enero, pese a un ligero aumento en la producción. El regreso de Trump han generado incertidumbre en el sector.
Fitch Ratings señala que el futuro de la industria automotriz dependerá de las medidas que adopten México y Canadá, así como de la duración e impacto de los aranceles, en caso de aplicarse.
