China.- Desde que el gobierno de Xi Jinping decidió levantar las estrictas medidas de su política “Cero COVID“, el número de contagios pareció dispararse en todo el país. Sin embargo, la situación sanitaria se torna aún más crítica en Shanghái, ciudad en la que aproximadamente el 70 por ciento de la población – unos 18 millones de personas – se habría contagiado de COVID-19 en las últimas cuatro semanas.
De acuerdo con lo informado este martes por la agencia AFP, dos hospitales de la megalópolis se encuentran completamente desbordados de pacientes positivos a Coronavirus. En general, se aprecia a cientos de personas, en su mayoría ancianos, tumbados sobre camillas en medio de servicios de emergencia.
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Muchos están conectados a perfusiones o botellas de oxígeno y permanecen bajo supervisión cardíaca, mientras que otros son atendidos afuera del nosocomio dada la falta de espacio.
Además, frente a la gran afluencia de enfermos, médicos que incluso están infectados con COVID-19, siguen trabajando sin descanso, tratando de salvar otras vidas antes que la propia. Ahora bien, más allá de los servicios de salud desbordados, se confirmó que las farmacias carecen de medicamentos para bajar la fiebre y los crematorios no dan abasto debido a la cantidad de cuerpos que llegan diariamente.
Actualmente, las autoridades reconocen que la magnitud de la epidemia es “imposible” de determinar, ya que las pruebas de detección del COVID-19 ya no son obligatorias y los datos son fragmentarios. A esto se suma que la Comisión Nacional de Salud (NHC), dejó de publicar las cifras diarias de casos y muertes.
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De momento es el Centro Chino para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) el que se encarga de dichas cifras, pero a partir de la próxima semana, lo hará solamente una vez por mes, lo que torna el panorama aún más incierto y preocupante.
