Honduras. Tras el exitoso resultado de El Salvador en imponer un estado de excepción que suspende algunos derechos constitucionales con el argumento de combatir las pandillas callejeras, Honduras se convirtió este martes en el segundo país de América Central en aplicar similares medidas para combatir le violencia en el país.
El Gobierno hondureño informó que las medidas extraordinarias tienen como objetivo la capital, Tegucigalpa, y el centro comercial del norte de la ciudad de San Pedro Sula, que sufren numerosas extorsiones por parte de grupos criminales como Barrio 18 y MS-13.
Mencionar que dicho decreto tendrá una duración de un mes, pero los legisladores contarán la capacidad de prorrogarlo, algo que ha ocurrido en reiteradas ocasiones en El Salvador desde que se impuso el estado de excepción en marzo pasado.
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La presidenta Xiomara Castro busca controlar a las pandillas tras el repunte de delitos como la extorsión, el crimen organizado y el secuestro.
El gobierno de Castro se justificó la medida por la amenaza a la vida y a la propiedad que representan las pandillas en ambas ciudades.
El estado de excepción es específicamente para 89 barrios y colonias de Tegucigalpa y 73 de San Pedro Sula, las principales ciudades del país y en las que se registran más delitos achacados a la acción de las pandillas.
