Israel. El cese al fuego entre Israel y Hamás llegó a su fin, desatando una nueva ola de violencia en la Franja de Gaza. En respuesta a lo que calificó como la negativa de Hamás a aceptar propuestas de alto el fuego, el gobierno de Benjamin Netanyahu ordenó al Ejército actuar “con fuerza”, iniciando bombardeos masivos en distintos puntos del enclave palestino.
Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) confirmaron que han intensificado sus ataques con el objetivo de debilitar las capacidades militares de Hamás y presionar por la liberación de los rehenes aún en su poder. Según cifras preliminares, al menos 220 personas han muerto en esta ofensiva, la más letal desde el inicio del alto el fuego el pasado 19 de enero.
Netanyahu declaró que la operación militar irá en aumento, asegurando que los planes para la reanudación de las hostilidades fueron aprobados previamente por la cúpula política y militar de Israel.
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El gobierno israelí responsabilizó a Hamás por la reactivación del conflicto, argumentando que su negativa a liberar rehenes frustró los esfuerzos de mediación.
Por su parte, Hamás acusó a Israel de haber “torpedeado” el acuerdo de tregua y de atacar deliberadamente a civiles indefensos. En un comunicado, el grupo responsabilizó a Netanyahu y su gobierno de las consecuencias de la ofensiva y pidió una reunión urgente del Consejo de Seguridad de la ONU para exigir el cese de los bombardeos.
Mientras tanto, la Yihad Islámica Palestina se sumó a las críticas contra Netanyahu, asegurando que su gobierno bloqueó intencionalmente cualquier posibilidad de alcanzar un nuevo alto el fuego.