Brasil. La monja brasileña Inah Canabarro Lucas, reconocida como la persona más anciana del planeta, falleció este 30 de abril en Porto Alegre, a los 116 años y 326 días. La noticia fue confirmada por la Congregación de las Hermanas Teresianas, comunidad religiosa con la que compartía residencia. Su deceso, por causas naturales, marca el cierre de una vida extraordinaria dedicada a la educación y la fe.
Nacida el 8 de junio de 1908 en São Francisco de Assis, en el estado de Río Grande del Sur —aunque ella sostenía haber nacido el 27 de mayo—, Canabarro provenía de una familia con historia militar. Era bisnieta del general David Canabarro, figura clave de la Guerra de los Farrapos, y perdió a su padre en combate durante la Revolución brasileña de 1923.
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Ingresó al internado Santa Teresa de Jesús en su juventud, y fue en Montevideo donde, en 1928, inició su camino como novicia. Dos años después regresó a Brasil, donde enseñó portugués y matemáticas en Río de Janeiro, antes de continuar su labor docente en Santana do Livramento durante los años cuarenta. Entre sus alumnos destacó João Figueiredo, quien más tarde llegaría a la presidencia del país.
Tras la muerte en enero de la japonesa Tomiko Itooka, también con 116 años, Canabarro fue reconocida por el Grupo de Investigación Gerontológica (GRG) y LongeviQuest como la persona viva más longeva del mundo. En 2022, recibió el título de “inmortal” por la Academia Luso-Brasileña de Letras y superó el covid-19, hazaña que reafirmó su sorprendente vitalidad.