Uganda. Este martes, un grave accidente en Uganda resultó en la muerte de al menos 11 personas, incluidos dos menores, cuando una pipa de combustible volcada estalló en llamas en la ciudad de Kigogwa. La tragedia se produjo cuando un grupo de personas comenzó a saquear el combustible derramado, lo que llevó a una explosión devastadora.
El incidente ocurrió alrededor de las 15:00 horas, justo después de que el camión cisterna, que viajaba de Kampala a Gulu, se volcó en la carretera. La Fuerza de Policía de Uganda confirmó que las víctimas, que intentaron robar el combustible, quedaron irreconocibles debido a las graves quemaduras sufridas.
Este evento trágico se suma a una serie de desastres similares en el país. Solo días antes, una explosión relacionada con un camión cisterna en el norte de Nigeria dejó más de 170 muertos, destacando la peligrosidad de estas situaciones.
Las imágenes del lugar del accidente en Kigogwa mostraron los restos carbonizados del camión rodeados por cinta policial, mientras los equipos forenses investigaban los daños.
Un testigo, Bukenya Jefferson, relató cómo comenzó el caos. “El combustible empezó a derramarse y la gente se lanzó sobre el camión. Luego oímos una explosión y vimos humo. Todos corrimos”, describió, reflejando la desesperación del momento.
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La explosión también causó la destrucción de cuatro edificios y nueve tiendas, generando pérdidas económicas significativas. Charles Lwanga, comisionado distrital de la zona, indicó que se están llevando a cabo investigaciones para esclarecer lo sucedido. Además, los bomberos lograron controlar el incendio antes de que se propagara a una gasolinera cercana, evitando un desastre aún mayor.
Uganda, que importa aproximadamente dos mil 500 millones de litros de petróleo anualmente, ha enfrentado recurrentemente incidentes relacionados con el transporte de combustible. El presidente Yoweri Museveni ha señalado que el petróleo es esencial para el desarrollo económico del país, que presenta una tasa de pobreza del 20 por ciento.
Este trágico evento resalta la vulnerabilidad de las comunidades y la desesperación de muchas personas en busca de medios para subsistir, así como la necesidad de una regulación más estricta en el manejo del combustible.
